"Presentaremos al comité estatal un código ético interno"

Kamal Rahmouni preside desde hace 13 meses la Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España (ATIME), que hace 15 días eligió a la abogada almeriense María Vázquez como responsable del colectivo en Almería. Rahmouni confiesa que ATIME se enteró "por la prensa" de que el anterior presidente de la asociación en Almería, Hanafi Hamza, estaba imputado como presunto autor de un delito de estafa y falsedad en documento público y mercantil por apropiarse, supuestamente, de una subvención de 24.000 euros. Rahmouni reflexiona en esta entrevista sobre la "necesidad" de que ATIME se adapte a los nuevos tiempos que prevengan de episodios como el desatado en diciembre con Hamza.

"Tenemos un ejercicio democrático parecido al de un sindicato"

Pese a que Hamza quedó en libertad con cargos después de prestar declaración ante el juez y el presunto delito se produjo con una asociación de nuevo cuño creada por éste -que nada tiene que ver con ATIME- el presidente nacional del colectivo asume el "daño mediático" ocasionado. "Para nosotros, el sólo hecho de que creara esta asociación que, se supone, se dedicaba al campo de la inmigración a favor de otros objetivos ya es suficiente. La conducta en sí ya es incorrecta", apunta.

Lo ocurrido en Almería con Hamza, que dimitió 48 horas después de conocerse su implicación en la supuesta estafa, ha forzado al colectivo a plantearse la necesidad de poner límites e incompatibilidades a sus responsables locales y que éstos queden recogidos en una suerte de código ético. "Lo que ha pasado nos lleva a una conclusión: presentar al siguiente comité estatal un código ético interno. ¿Por qué? Porque la organización ha ido creciendo y hay que adaptarse a los cambios habidos. No somos dos o tres amiguetes que se reúnen de cuándo en cuándo. Tenemos un ejercicio democrático parecido al de un sindicato", dice Rahmouni. Por eso ATIME trabaja ya en la elaboración de un borrador que regule pautas de conducta de "lo que se puede y no se puede hacer" en el ejercicio de la representación de la organización. "No vamos a limitar las libertades individuales de las personas. En ATIME hay mucha gente que también milita en otras organizaciones sindicales como CC OO y ahí nunca vamos a entrar. Pero cuando se trata de estar en dos asociaciones de inmigrantes y marroquíes eso lo tenemos que cortar. Estamos en ese debate y lo vamos a plantear", anuncia el presidente.

ATIME-Almería cuenta, desde hace dos semanas, con la figura de María Vázquez, una abogada española de 35 años, como nueva responsable del colectivo en la provincia. Rahmouni defiende la decisión tomada para su nombramiento como "el mejor" perfil para trabajar por el colectivo. "Ante todo María es una militante de ATIME en Almería. Su perfil no es el que estamos acostumbrados a tener en España porque no es ni marroquí ni masculino. Ella ha llevado el departamento jurídico de la asociación y está con nosotros desde hace 10 años. Conoce muy bien el funcionamiento y la estructura interna y es una persona bastante comprometida en su trabajo. Es una excelente profesional de la abogacía y, sobre todo, en materia de extranjería", señala.

El equipo de Vázquez ya trabaja en la ejecución de programas para los asociados, más de 3.000 en Almería, si bien no todos están al corriente de las cuotas. "El mensaje, por tanto, es de tranquilidad y normalidad. La organización sigue funcionando y está prestando sus servicios como siempre. Incluso esperamos mejorarlos. Así se lo he hecho saber al subdelegado del Gobierno en Almería y al cónsul de Marruecos", zanja.

Rahmouni también quiso hacer un llamamiento a la ciudadanía almeriense a tenor de las protestas suscitadas en el barrio de Minas de Gádor por la decisión de la Subdelegación del Gobierno de instalar allí la nueva Oficina de Extranjería. Él, que fue fundador de ATIME en Almería allá por 1985 y vivió momentos de tensión en la capital cuando se instaló la sede del Consulado de Marruecos en 2001, hace una advertencia: "Mostramos nuestro total apoyo de ATIME a nivel nacional a la Subdelegación por la decisión tomada. Y también quiero lanzar un mensaje a los vecinos para que si hay algún intento de manipulación que no se caiga en él. No es algo que haya que ver desde un punto de vista negativo, es una oficina como otra cualquiera que pueda tener la Administración y no hay motivos para la preocupación". Convencido de sus palabras, el presidente de ATIME en España pone el ejemplo de lo ocurrido con el consulado en el barrio de Oliveros hace ya seis años. "Hoy mismo he hablado con el cónsul y me ha descrito que la convivencia en el barrio es fenomenal", remacha.