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Un presunto atracador muerto y otro herido en un intento de asalto a una casa en Lleida

El propietario disparó contra cuatro encapuchados que estaban golpeando a su hijo

Un presunto atracador resultó muerto ayer y otro se encuentra herido muy grave en el hospital Arnau de Vilanova, de Lleida, como consecuencia de los disparos realizados con una pistola por Sebastià G., de 65 años, vecino de Sudanell (Lleida), para defender a su hijo cuando cuatro encapuchados -al menos uno de ellos armado- le estaban golpeando en el interior de su casa y trataban de atarle las piernas con cinta aislante. Un tercer asaltante fue detenido más tarde por los Mossos d'Esquadra y otro consiguió huir sin que hasta el momento haya sido localizado.

El suceso ha causado una gran conmoción entre los vecinos de este tranquilo pueblo de 800 habitantes, situado a 12 kilómetros de Lleida. La policía autonómica está investigando si la intención de las personas que entraron en la casa era robar o ajustar alguna cuenta pendiente con el hijo del propietario, Arcadi G., de 25 años, que regenta un bar musical en la misma localidad.

Sebastià G. se dedicaba a la agricultura hasta que una dolencia cardiaca le obligó a jubilarse. Una de sus aficiones, además de las antigüedades, es el tiro olímpico y por esta razón tenía un arma en casa para la que dispone de la correspondiente licencia.

Los Mossos informaron de que el tiroteo se produjo poco antes de las diez de la mañana en el interior de una casa situada en el número 28 de la calle de Sant Jordi de Sudanell. Los asaltantes no tuvieron problema para acceder a la vivienda, porque en ese momento la puerta de la calle estaba abierta, algo que en los pueblos pequeños es habitual.

La película de los hechos no se conocerá con exactitud hasta que se levante el secreto del sumario decretado por el juez encargado de instruir las diligencias del caso. De las primeras declaraciones realizadas por el dueño de la vivienda se desprende que los cuatro asaltantes, todos ellos jóvenes y de nacionalidad española, entraron en su casa y al llegar al comedor se encontraron de frente con su hijo, al que golpearon mientras intentaban atarle las piernas con una cinta plástica para inmovilizarlo. En ese momento también estaba presente su novia, que pudo escaparse para pedir ayuda.

Alertado por el ruido, Sebastià G., que estaba durmiendo en la planta superior, se asomó desde lo alto de la escalera y al ver que unos desconocidos estaban golpeando a su hijo regresó a la habitación, cogió la pistola y se enfrentó a los agresores, produciéndose un intercambio de disparos que acabó con dos asaltantes heridos de gravedad en la cabeza. Sus cuerpos quedaron tendidos en el suelo en medio de un charco de sangre. Tras ser atendidos en la misma casa por los servicios médicos de emergencia, fueron trasladados en ambulancia al hospital Arnau de Vilanova de Lleida. Uno de ellos, cuya identidad no ha sido facilitada, falleció a los pocos minutos de ingresar en el centro, mientras que el otro herido se encuentra en estado muy grave y también se teme por su vida.

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