Nacho Vegas y Jesús Lara, la nueva canción de autor, en Valencia

Nacho Vegas es uno de los artistas que más ha contribuido a romper ciertos moldes caducos de la canción de autor en España. Desde la admiración por Leonard Cohen, Bob Dylan o Townes Van Zandt, pero también por Vainica Doble, el gijonés conjuga poesía visceral con melodías intimistas y sobrecogedoras. Su último trabajo, titulado El tiempo de las cerezas, lo firmó a medias con Enrique Bunbury. Ahora, sin embargo, anda embarcado en una gira acústica junto al multiinstrumentista Xel Pereda. Mañana sábado recalará en la sala valenciana El Loco a las 23.00.

También el alcoyano Jesús Lara y el burrianense Manolo Tarancón proponen nuevas vías para la canción de autor a partir de referentes próximos como Quique González o Enrique Urquijo. Hoy viernes se podrá disfrutar de sus respectivos directos a las 23.00 en Matisse. La excusa es el estreno del segundo álbum de Lara, Tal como éramos.

Esta noche actuarán también en Valencia Fantasma#3 (en Black Note a las 22.30) y The Toasters (El Loco a las 23.00). Estos últimos vienen de Nueva York y celebran su 25º cumpleaños. Bajo la batuta del cantante y guitarrista Robert Hingley, devoto del revival ska británico de finales de los 70 (con The Specials o Madness a la cabeza), The Toasters es considerado el grupo de ska más longevo de Estados Unidos o, como ellos mismos dicen, los "Ramones del género". Su próximo disco se llamará One more bullet y verá la luz en primavera.

Oficiarán de teloneros los brasileños Firebug. Tienen dos discos, el más reciente se llama On the move, y proponen un gozoso batido de ritmos jamaicanos con surf, country o rock. Por último, Fantasma#3 es una especie de superbanda indie integrada por el valenciano Pau Roca (La Habitación Roja), el zaragozano Sergio Vinadé (El Niño Gusano y Tachenko) y el jerezano Julio de la Rosa (El Hombre Burbuja). Juntos han confeccionado una bonita colección de canciones de amor poco y mal correspondido con el título de Los amores ridículos. Pop de andar por casa y deliberadamente melancólico.