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Narbona dice que el Tajo-Segura no tiene fecha de "caducidad"

Asegura que la prioridad es el abastecimiento de las ciudades

La Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, afirmó ayer en Benidorm que "la legislación en vigor no contempla fecha de caducidad para el trasvase Tajo Segura", y que el Consejo de Ministros del próximo 2 de febrero estudiará un nuevo envío de agua desde la cabecera del Tajo al Segura. Narbona subrayó que la prioridad del Gobierno ante la aguda sequía es "garantizar el abastecimiento a las ciudades".

La ministra efectuó las declaraciones en la inauguración de las obras de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) de Benidorm, en presencia del consejero de Infraestructuras, José Ramón García Antón, y el líder de los socialistas valencianos, Ignasi Pla, mostrando una postura contraria a lo estipulado en el estatuto de Castilla-La Mancha pactado por PSOE y PP en esta comunidad que fija la caducidad de las transferencias en 2015. Ignasi Pla exigió al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, consensuar "una única voz" de los dos partidos que defienda los intereses de los valencianos al igual que han hecho los castellano-manchegos, mientras García Antón, ajeno a las palabras de Narbona, calificó de "error tremendo" acabar con este trasvase y volvió a reivindicar como "única fórmula posible para garantizar las necesidades de los valencianos los trasvases".

Cristina Narbona señaló que el Gobierno trabaja "para que los caudales del Tajo Segura se vean complementados a través de actuaciones del programa AGUA en materia de desalación". En este sentido, sostuvo que las restricciones para los regadíos continuarán, al tiempo que destacó el esfuerzo del Gobierno para compensarlas mediante obras de emergencia, como la apertura de pozos o la utilización de algunas infraestructuras que no estaban hasta ahora optimizadas.

La ampliación de la EDAR de Benidorm fue aprobada en 1995 por Cristina Narbona cuando era secretaria de Estado de Medio Ambiente, pero paralizado durante diez años. El Gobierno socialista calificó de "urgente" la obra, que se puso en marcha en 2004, antes incluso de estar concluida. La inversión asciende a 47,7 millones de euros y beneficia a 245.000 habitantes de los municipios de Benidorm, La Vila Joiosa, L'Alfàs del Pi, La Nucia y Finestrat. La planta, ubicada en Serra Gelada, pasará de depurar 27.000 a 62.000 metros cúbicos diarios de agua, lo que representa la totalidad del agua residual que se produce en los municipios afectados.

De Benidorm, Narbona se trasladó a Novelda para visitar las obras de otra estación depuradora. Allí, la ministra reiteró que se cumplirán los plazos para la ejecución del trasvase Júcar-Vinalopó y expresó su convencimiento de que "con serenidad y sin confrontación política se solucionen los desencuentros mantenidos sobre el actual trazado del Júcar-Vinalopó con el Consell y la Junta Central de Usuarios del Vinalopó".

La ministra finalizó su periplo por la provincia de Alicante con una visita a Alcoi, informa Lucía Gadea. En esta localidad Cristina Narbona visitó las obras del río Barxell, inauguradas el pasado septiembre y en las que el Ministerio de Medio Ambiente ha invertido 29 millones de euros a través de la Confederación Hidrográfica del Júcar. Añadió que el tramo pendiente, de 250 metros de cauce, supondrá un nuevo desembolso de seis millones de euros y comenzará a ejecutarse en 2007. Las obras de encauzamiento del río Barxell comenzaron en 1999 para evitar las avenidas, inundaciones, erosiones fluviales e inestabilidad de las laderas del río.

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La ministra y las polémicas

Las críticas al urbanismo desaforado, al que Cristina Narbona ha asemejado en algunas ocasiones con el modelo de Benidorm, así como la derogación del trasvase del Ebro, las acusaciones de despilfarrar el agua y el cuestionamiento de la validez del modelo turístico de sol y playa han provocado malestar entre dirigentes de la ciudad. En 2005 el entonces alcalde, Vicente Pérez Devesa, llegó a plantear la declaración de persona non grata a la ministra "por sus continuos ataques a la ciudad y a su modelo", un sentimiento compartido por los dirigentes empresariales que consideraban que estaba perjudicando al sector. Las afirmaciones de Narbona tampoco sentaron bien en las filas socialistas.

En los últimos seis meses ha visitado en dos ocasiones la ciudad que acoge más de la mitad del turismo valenciano, y en ambas comparecencias ha tenido palabras de elogio para el turismo y la evolución de la ciudad.

Ayer, en una comparecencia menos tensa que la de este verano en el parque Terra Natura, volvió a hacer guiños al reconocer "el esfuerzo tan grande por la calidad realizado por Benidorm". Además, anunció que ya hay partida presupuestaria para la segunda fase del Paseo de Poniente, un proyecto vital para el turismo. El primer edil, Manuel Pérez Fenoll, utilizó guante de seda en el discurso oficial para decirle que "siempre será bienvenida a la ciudad", pero aprovechó las declaraciones a la prensa para retomar el discurso más duro y acusarla de lanzar mensajes apocalípticos contra el turismo. Pérez Fenoll hizo referencia a unas declaraciones de Cristina Narbona en las que acosejaba al Ayuntamiento que adoptará medidas para favorecer el ahorro de agua potable.

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