"No pido un viaje al Caribe, sólo quiero una escuela"

Las familias de la escuela pública Progrès de Badalona tienen la negra. Sufren los barracones, retrasos y ahora ruidos. Los alumnos llevan seis años instalados en barracones. Aguardaban el momento de dejarlos con ansia, pero ahora temen que no será en marzo como les prometió la Generalitat. La puntilla ha venido porque las obras de la línea 2 del metro que se realizan junto a la escuela les causan molestias y ruido. El lugar donde ahora está la escuela de barracones será ocupado por la prolongación de la estación del metro de Pep Ventura.

La escuela tiene dos centenares de alumnos y las familias se concentraron ayer ante el Ayuntamiento de Badalona para protestar por la situación que padecen. "No pido un viaje al Caribe, sólo quiero una escuela", decía ayer enfadado Alfredo Biech, padre de dos alumnos. "El anterior delegado territorial de Educación nos prometió de palabra y por escrito que en marzo dejaríamos los barracones", aseguró el presidente de la Asociación de Padres y Madres de la Escuela, Jordi Albert. "Las obras de la nueva escuela no avanzan. Nos prometieron que dejaríamos los barracones en marzo, pero en la nueva escuela sólo trabajan tres personas. Llevamos seis años esperando cambiar. Hemos sufrido a CiU y al tripartito", criticaba Tomeu Ferrer, padre de una alumna. "En la escuela actual hay ruido porque las máquinas trabajan a 10 metros para construir la estación de metro", añadía este padre. María del Carmen Rojo, madre de un alumno de tres años reprochaba: "Nos prometieron dejar los barracones en 2003, luego en marzo de 2007, pero la nueva escuela sólo tiene la estructura". Otra madre, Carmen Romero, afirmaba enfadada: "Dudamos incluso que podamos ir en septiembre a la nueva escuela, cuando empiece el nuevo curso". Lo mismo opinaba Miquel Àngel Gallardo, que además de padre es arquitecto.

La directora de la escuela, Ramona Tàsies, reiteraba que veía muy difícil dejar los barracones en marzo, dado el ritmo de las obras. "Ya contábamos con que cuando nos trasladáramos a la nueva escuela no estaría acabada del todo, pero pensábamos que podíamos hacerlo. Ahora no lo creemos. Pedimos al Ayuntamiento que lidere el seguimiento de las obras con la empresa Gisa, dependiente de la Generalitat".

El sindicato UGT denunció que los alumnos y profesores de la escuela deben moverse entre vallas y obstáculos para llegar a las aulas. "Las condiciones de escolarización están por debajo de los mínimos", denunció un portavoz de este sindicato.

Generalitat, Ayuntamiento de Badalona, padres y profesores se reunieron ayer en el Ayuntamiento de la ciudad para buscar salidas a la situación. A la salida de la reunión, a la que asistió la alcaldesa, la socialista Maite Arqué, el delegado de Educación, Camil Fortuny, se comprometió al traslado a la nueva escuela en marzo, pero con las obras acabadas sólo en su primera fase. La última palabra la tendrán los padres y los profesores que el lunes decidirán si van o no al nuevo centro, aunque Educación quiere que, por razones de seguridad, el traslado sea en septiembre, ya que, en caso contrario, los alumnos tendrán que convivir con las obras.