La Generalitat se prepara para un episodio de sequía a partir de mayo
Hace semanas que no llueve y las instituciones ya se han puesto en guardia. La Agencia Catalana del Agua (ACA), dependiente del Departamento de Medio Ambiente, activó ayer la fase de prealerta ante el riesgo de que a partir del próximo mes de mayo Cataluña sufra las consecuencias de la sequía, dado que los pantanos se hallan ahora a la mitad de su capacidad. Las medidas previstas son, sobre todo, de carácter informativo para que los ciudadanos tomen conciencia de la importancia de ahorrar agua. En febrero arrancará una campaña de divulgación con el lema Para tener agua, cierra el grifo.
El año pasado Medio Ambiente ya desplegó una campaña de sensibilización que se tradujo en un ahorro de agua del 3% en Barcelona y su área metropolitana y del 5% en el resto de Cataluña.
Los estudios estadísticos elaborados por el departamento que dirige el ecosocialista Francesc Baltasar son concluyentes: de seguir los bajos niveles de precipitaciones, Cataluña entrará en fase de alerta por sequía el próximo mes de mayo. Los precedentes no invitan al optimismo: 2006 fue el año más seco de la última década, los pantanos están a la mitad de su capacidad y la cantidad de nieve caída en los Pirineos está muy por debajo de lo habitual.
"No queremos generar alarma", señaló Baltasar. El consejero explicó que, si se mantiene la tendencia actual, "hay un 50% de probabilidades de estar en una situación de intranquilidad". Pero, añadió, "estamos trabajando para lo que pueda pasar en unos meses si no se producen cambios".
En caso de que en mayo entre en vigor la fase de alerta, la Gobierno catalán intensificará el control sobre el uso que hacen del agua los usuarios, pero no contempla la aplicación de restricciones.
Pantanos al 50%
Según los datos de la ACA, los pantanos catalanes se encuentran al 48,4% de su capacidad, mientras que en 2006 estaban al 50%. Las cuencas siguen viviendo de las intensas precipitaciones caídas en octubre. El sistema del Ter-Llobregat, que abastece de agua a Barcelona y su entorno, se encuentra al 46%, 15 puntos menos que en 2005. Los pantanos de La Baells, La Llosa del Cavall y Sant Ponç, que se abastecen de la cuenca del Llobregat, están casi al 41%. Los de Sau y Susqueda, en la cuenca del Ter, se encuentran al 53%.
Otro dato preocupante lo arrojan las cumbres de los Pirineos. A pesar de las nevadas de estos días, los niveles de nieve existentes siguen siendo muy inferiores a los habituales en esta época del año. Por ejemplo, el 23 de enero último en el Cadí Norte (2.200 metros) había 27 centímetros de nieve. El mismo día en 2006 el grosor era de 81 centímetros. La ACA no espera que en invierno caigan demasiadas precipitaciones, por lo que la incertidumbre se mantendrá hasta la primavera.
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