"Quiero que sepan que éramos una familia y se ha roto"
Los últimos cuatro ancianos de los 17 que vivían en la residencia Margarete se marcharon ayer. El asilo de Pozuelo de Alarcón fue subastado por el impago de una deuda hipotecaria de 2.400 euros. "No nos ha quedado más remedio porque estaba la juez, pero quiero que sepan que éramos una familia y se ha roto", comentó Enrique Arrojo, cuñado de un interno. En la imagen, un agente ayuda a una de los seis residentes, que fueron trasladados a una residencia temporal de la Comunidad de Madrid.
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