El candidato de IU a la Asamblea regional renunciará si eso resuelve la crisis interna

La crisis de candidaturas de IU a las elecciones del 27 de mayo dio ayer un paso hacia la solución, aunque corto. Gregorio Gordo, el cabeza de lista a la Asamblea regional, anunció su disposición a renunciar al puesto si eso permite arreglar la situación. "Pongo mi elección democrática como candidato al servicio de ese posible acuerdo", anunció. Este gesto hizo pensar que Inés Sabanés, que fue su oponente en el proceso de elección de candidatos, se convertía en número uno de la lista. Pero ella, que valoró los gestos de diálogo, recordó que el acuerdo no es posible sin repetir esa elección.

A media mañana de ayer, Gregorio Gordo envió un comunicado desde el correo del grupo municipal de IU en Getafe, donde fue coordinador del Gobierno municipal. A título personal el candidato a la Asamblea hacía una reflexión sobre "los acontecimientos generados en IU, en torno a los candidatos" y proponía la opción de renunciar a ser representante, "condicionado a ese acuerdo".

Según él, los problemas "no obedecen a un conflicto" de nombres, sino a "diferencias políticas" relacionadas, dijo, con "la naturaleza del proyecto, que desde nuestro punto de vista debe estar anclado en el conflicto social derivado de los distintos intereses que cada clase social defiende".

Pese a tender la mano al sector crítico de la dirección regional, encabezado por Inés Sabanés y Fausto Fernández, con una salida a la crisis, Gordo fue muy crítico con la Ejecutiva federal, que coordina Gaspar Llamazares. El "modelo de dirección federal", afirma, también ha sido objeto de diferencias en el seno de la federación madrileña. Y agregó "la forma de gestionar el debate estatutario, la política de alianzas y la falta de perfil propio en temas sustanciales como la LOE, la política laboral social y fiscal del gobierno Zapatero o la participación de Ezker Batua en el Gobierno vasco".

Conocida su propuesta, un primer sentimiento de euforia, hizo pensar a algunos militantes que la marcha de Gordo implicaba que Sabanés se convertía automáticamente en candidata de la coalición a la Comunidad. Pero ella misma se encargó de matizar que la propuesta de Gordo es sólo un gesto de buena voluntad, aunque lo consideró positivo. Porque antes, explicó la dirección regional debe cumplir el mandato de la Presidencia Federal celebrada el pasado lunes.

La resolución aprobada ese día imponía tres obligaciones a la federación regional antes del próximo 6 de febrero: acatar las resoluciones de la Comisión Federal de Garantías Democráticas, entregar a la dirección federal los censos de las agrupaciones y lograr un acuerdo político. La primera de las obligaciones implica que la dirección regional debe, entre otras cosas, repetir el Consejo Político Regional del 6 de junio, en el que se eligió como candidatos al Ayuntamiento y a la Asamblea a Ángel Pérez y a Gregorio Gordo, respectivamente.

Al repetir la lección existe la posibilidad de que concurran nuevos candidatos. Los estatutos regionales permiten que se presente cualquiera que tenga el apoyo del 25% de los asistentes al consejo. Es la vía que permitió a Sabanés competir el 6 de junio contra Gordo.

El otro líder de la minoría crítica de IU, el diputado Fausto Fernández, recordó que el candidato a la Asamblea no suponía un problema: "Antes de abrir el diálogo, es necesario que se cumplan las resoluciones de la comisión y la primera es que el candidato a alcalde sea propuesto por los militantes de la capital, así que Pérez está obligado a hacer lo que Gordo".