Primera línea para un político poco conocido

A cuatro meses de las elecciones autonómicas y municipales, el todavía candidato a la Comunidad de Madrid de IU, Gregorio Gordo, sigue siendo un desconocido para el electorado madrileño. La coalición de izquierdas hizo una fuerte apuesta el pasado 6 de junio por situar en primera línea a un político sin ningún tirón.

Eso era cuestionado en público por la minoría encabezada por Inés Sabanés y Fausto Fernández. Y en privado por muchos de los que le votaron para reforzar la mayoría que controla Ángel Pérez.

Pero sobre todo el candidato Gordo sitúa en un peligroso lugar la única baza con la que IU puede tener opción de tocar poder. Eso ocurriría si el candidato socialista Rafael Simancas consigue, gracias al tirón de Zapatero, aumentar los escaños de su grupo parlamentario y requiere del apoyo de la coalición para gobernar.

De hecho, en el entorno de Simancas han visto con preocupación en los últimos meses la crisis interna de IU. Un candidato poco conocido unido a una imagen de formación política conflictiva podría ocasionar el desplome de IU en las elecciones del 27 de mayo. Si entonces la lista electoral no supera el 5% de los votos, se quedaría sin representantes y sus papeletas irían a parar directamente, por el sistema de reparto de escaños de la Ley D'Hont, a las filas del PP. Eso reforzaría la mayoría de la presidenta Esperanza Aguirre.