Un apagón en el centro de Valencia pone de manifiesto los continuos fallos en la red

Un apagón en el corazón comercial de Valencia puso ayer sobre la mesa la fragilidad del sistema de distribución eléctrica. Poco antes de las 11 de la mañana, la zona comprendida entre las calles de las Barcas y de Colón se quedó sin luz. Los semáforos dejaron de funcionar, los bares se quedaron a oscuras y las oficinas bancarias colgaron el cartel de cerrado. Iberdrola informó de que el apagón duró unas dos horas y afectó a 2.000 clientes, aunque el 90% de ellos recuperó el suministro en 15 minutos. El sur de la ciudad de Castellón también sufrió cortes de luz durante varias horas.

La eléctrica atribuyó el problema en Valencia al fallo de una de las líneas que cruza el centro de la ciudad. El suministro fue restablecido progresivamente, utilizando la corriente de otras líneas. El apagón afectó a los semáforos de la zona hasta la una del mediodía, lo que llevó al servicio de circulación del Ayuntamiento a recomendar el uso del transporte público.

La compañía calificó el incidente registrado en la línea de la calle Colón de "excepcional", aunque reconoció que entre los días 7 y 18 de enero se produjeron otros tres fallos en la red, no relacionados entre sí, en el barrio de Russafa. Un portavoz recordó que la eléctrica lleva tiempo advirtiendo de la necesidad de acometer la construcción de infraestructuras para garantizar "la calidad en el suministro".

En Castellón, el apagón afectó al sur de la ciudad durante varias horas. Efe recogió unas declaraciones del secretario local del PSPV, Juli Domingo, en las que aseguraba que los fallos en el suministro resultaban "prácticamente diarios", y criticaba al Ayuntamiento del PP por no exigir al Consell la inversión necesaria para evitarlos.