El Tribunal Supremo confirma la nulidad del plan parcial de Orriols por falta de transparencia

Una sentencia del Tribunal Supremo (TS) obligó ayer al Ayuntamiento de Valencia a anular el plan parcial del barrio de Orriols por encontrar defectos de forma en un concurso público de un PAI (Programa de Actuación Integrada) en 1997. El TS confirma así una sentencia de 2003 del Tribunal Superior de Justicia (TSJ), que señaló que el Consistorio había violado los principios de igualdad, no discriminación y libre concurrencia necesarios en cualquier adjudicación urbanística. Al conocer el veredicto, el gobierno municipal paralizó provisionalmente los trámites de la construcción de un edificio en la misma zona.

El fallo supone un "varapalo a la opaca gestión urbanística de la alcaldesa Rita Barberá", según Rafael Rubio, portavoz municipal del grupo socialista. Victoria González, concejal de Esquerra Unida, fue más allá en la crítica y lamentó que los valencianos "paguen con su dinero los errores del PP", en referencia a la futura indemnización -aún sin determinar- que tendrá que pagar el Ayuntamiento a la empresa denunciante, Gestión Urbanizadora Valenciana SL.

El fallo supone un "varapalo a la opaca gestión urbanística de Barberá", según Rubio

La sentencia del TSJ de 2003 consideró que la empresa Espacios del Norte SA, elegida para desarrollar urbanísticamente una parcela de Orriols, "no fue sometida a los mecanismos de publicidad pertinentes". Un mero "defecto formal", según declaró ayer el concejal de Urbanismo, Jorge Bellver. "No se publicaron en plazo las alternativas al concurso", admitió el edil.

La sentencia del alto tribunal obligó a paralizar uno de los puntos del orden del día de la comisión de Urbanismo celebrada ayer; un estudio de detalle frente al estadio del Levante CF para construir un edificio de 19 plantas. "Estamos a la espera de los informes jurídicos", declaró Bellver.

La comisión sirvió para que el equipo de gobierno municipal lanzara un mensaje de crítica al Colegio de Arquitectos de Valencia, que ha realizado últimamente dos informes negativos sobre obras municipales. "No tiene sentido que el Colegio redacte documentos para criticar a los que pagan sus cuotas para estar colegiados", afirmó Bellver. "Parece que está en contra de sus miembros", añadió el concejal que manifestó tener muy buena relación con el presidente de esta entidad.

Para Rafael Rubio, la crítica de Urbanismo forma parte de la "visión absolutista" de la política por parte de Rita Barberá. "No acepta las críticas y en este caso manda a Bellver a dar un toque de atención a los arquitectos".

El edil de Urbanismo se refirió a los informes técnicos que el colegio de arquitectos ha realizado en los últimos meses sobre la remodelación de la antigua cárcel Modelo y la Plaza Redonda. "Dudan de excelentes profesionales", enfatizó Bellver. Rubio optó por valorar la "valentía única" del Colegio de Arquitectos "que simplemente da su opinión". "Lo único que quiere Barberá es amedrentar la crítica", añadió.