Turquía sin voz
Turquía llama a las puertas de la Unión Europea mientras, en sus calles, el intelectual turco Hrant Dink muere tras recibir cuatro disparos. El escritor armenio había superado tres procesos judiciales por sus declaraciones en las que afirmaba no ser turco, sino armenio residente en Turquía.
Pero no es la primera ocasión en que el país asiático veía una situación similar; el reciente premio Nobel de Literatura, Orhan Pamuk, fue perseguido judicialmente por sus declaraciones: "30.000 kurdos y un millón de armenios fueron asesinados y nadie se atreve a hablar de ello".
Leyes contra la libertad de expresión parecen ser los porqués de que Turquía (uno de los países asiáticos dentro de la "democracia" más ricos) aún tenga fieles detractores a la hora de hablar de su aceptación en la Unión Europea.
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