Esquerra admite la pérdida de perfil político que critica Carretero
La dirección de ERC reconoció ayer que una de las servidumbres de la pertenencia a un Gobierno de coalición como el existente en la Generalitat implica una pérdida de perfil político partidista, tal como le reprocha Joan Carretero. Pero ha decidido afrontar esta servidumbre porque es inherente a la vocación de "partido de Gobierno", según explicó ayer Jordi Portabella, que actuó en funciones de portavoz del partido.
Carretero fue consejero de Gobernación durante casi toda la legislatura anterior y su decidida posición a favor del no en el referéndum del Estatuto terminó por arrastrar al resto del partido, precipitó la crisis del Gobierno de Pasqual Maragall y abocó al adelanto de las elecciones autonómicas. Ahora critica a la actual dirección que se haya convertido en "socio complaciente" de los socialistas por haber antepuesto el eje social al discurso independentista.
Pero esta vez los principales dirigentes de ERC, incluido el secretario general, Joan Puigcercós, que en el pasado fue defensor de Carretero, están decididos a no seguir la línea que éste preconiza. En una entrevista radiofónica, Puigcercós denunció ayer mismo la "pinza" a que está sometida ERC entre quienes le exigen una "gesticulación permanente" y quienes la acusan de inmadurez y ausencia de cultura de gobierno. "Se nos exige que actuemos marcando paquete, que no perfil propio, que son cosas distintas", afirmó.
Puigcercós recordó incluso que los votantes republicanos se quejaron en la anterior legislatura por los reiterados incidentes protagonizados por los independentistas y afirmó, en la actual, se ha convertido en una prioridad que ERC "demostrar que los independentistas podemos gobernar bien".
Tanto Puigcercós como Portabella reprocharon a Carretero que no haya formulado sus críticas en el Consejo Nacional de ERC, órgano de dirección al que pertenece.
