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Un carguero con 3.000 toneladas de petróleo encalla en la costa británica

El barco ha perdido parte de su combustible y varios contenedores con sustancias químicas

El carguero MSC Napoli, de bandera británica, encallado en las costas de Devon (Reino Unido) con 2.400 contenedores, algunos con sustancias químicas industriales potencialmente contaminantes, ha perdido ya en el mar unos 200 de ellos. Un depósito de combustible agujereado ha dejado escapar al agua unas 200 toneladas de petróleo, de las 3.000 que alberga. La fuerte borrasca que azota la zona podría acelerar el hundimiento del barco antes de que los equipos de rescate culminen los trabajos para remolcarlo. Las autoridades temen una catástrofe ecológica.

Expertos en medidas anticontaminación tratan desesperadamente de evitar daños ecológicos mayores después de que el carguero accidentado frente a la costa de Devon (suroeste de Inglaterra) haya comenzado a perder petróleo y dejado escapar al mar parte de los contenedores que transporta, algunos con sustancias químicas industriales. El barco ha perdido ya, como poco, unos 200 de los más de 2.000 contenedores que lleva a bordo, entre ellos varios con productos tóxicos. Y es posible que pierda más dada la posición del carguero, encallado con una inclinación de 30 grados, aunque las autoridades británicas piensan que pocos de los contenedores pueden tener sustancias "calificadas como peligrosas".

Unas 200 toneladas de petróleo han escapado de un depósito de combustible agujereado. Y el riesgo mayor se cifra todavía en la pérdida de las 3.500 toneladas de carburante que alimentan el carguero, a pesar de que contiene sustancias industriales, como restos de automóviles, líquidos para baterías y perfumes.

El carguero, el MSC Napoli, que recorría el trayecto de Bélgica a Portugal, ya sufrió un accidente en Vietnam, en cuyas aguas encalló en 2001, aunque entonces tenía otro nombre, CM-CGM Normandie, informó la cadena BBC. Pasó su última inspección en 2005.

El jefe de salvamento del ministerio británico de Transportes, Robin Middleton, explicó ayer que el barco ha sufrido daños estructurales en forma de fracturas en ambos costados y que se tomó la decisión de remolcarlo hasta la bahía de Lyme para impedir que se hundiera en aguas profundas y pudiera causar mayores daños al medio ambiente. La borrasca está impidiendo seguir con las medidas de rescate previstas.

Un equipo integrado por seis personas ha subido mientras tanto al barco. Varios hombres ranas se unieron a los trabajos de rescate. "El plan es estabilizar el carguero, extraer luego el combustible, acto seguido los contenedores y, finalmente, llevarnos el barco a otro lugar", explicó Middledon.

La guardia costera ha expresado, sin embargo, el temor a que el barco pueda hundirse en cualquier momento. Mientras tanto se han colocado barreras flotantes en las desembocaduras de los ríos próximos para proteger la fauna y la flora, aunque ya han aparecido algunas aves contaminadas, lo que está incrementando la preocupación de los grupos ecologistas.

Los 26 tripulantes del buque, que pertenece a la Swiss Mediterranean Shipping Company, fueron rescatados el jueves con ayuda de helicópteros en una operación coordinada con los franceses después de que se inundara la sala de máquinas y el barco comenzara a escorarse peligrosamente en medio de una fuerte borrasca.

Los residentes de Sidmouth pueden perfectamente seguir la evolución del carguero puesto que está muy cercano a la costa. Lo vigilan con preocupación por si finalmente se confirmara la catástrofe.

El carguero encallado con los contenedores a bordo.
El carguero encallado con los contenedores a bordo.ASSOCIATED PRESS

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