Ute Lemper y Redd Kross visitan Madrid en la semana de flamenco

- Flamenco de ahora. Para no quedarse en el pasado, el flamenco se aparece como algo nuevo gracias a la actuación del viernes en La Casa Encendida. La garganta de María Ángeles Fernández compartirá velada con la compañía flamenca de Belén López, con José Salinas y Carmina Cortés al cante, y El Niño Manuela y Manuel Cazas al toque.

Se trata de la jornada que la XV edición del Festival Flamenco Caja Madrid dedica a los más jóvenes. El festival arranca esta tarde en La Casa Encendida con su programa de presentaciones de libros, tertulias y mesas redondas, que finalizarán cada día con una actuación. Hoy le toca a Luis El Zambo, al cante, con Alberto San Miguel a la guitarra. En días sucesivos estarán el joven guitarrista Jesús de Rosario, además de Luqui Losada, Antonio Reyes o Miguel de Tena, entre otros. El Festival de Flamenco Caja Madrid proseguirá la semana que viene con su tanda eminentemente de conciertos en el amenazado teatro Albéniz.

- Ilustres visitantes. Desde Los Ángeles (California) llega Redd Kross, el grupo de los hermanos Jeff y Steve McDonald. La terca sonoridad de sus planteamientos musicales hizo que la organización internacional Cruz Roja (Red Cross) le rogara el cambio de su nombre original, con el que coincidían en sus inicios.

Para no tener problemas, le hicieron el pequeño cambio que se aprecia, pero no renunciaron a su energía vital. Y como Redd Kross, llevan desde los ochenta entregando buenos discos deudores del mejor del pop británico sesentero (Rolling, Beatles, Kinks, Who) mezclado con la parafernalia glam americana (Kiss, New York Dolls...).

Casi en los antípodas está Micah P. Hinson, el nuevo trovador de corte rockero que viene de Tejas, aunque nació en Memphis. Su segundo disco, Micah P. Hinson and The Opera Circuit, le ha convertido en artista favorito de los que buscan en cada canción el lado emocional y oscuro del corazón.

La ecléctica y enigmática artista alemana Ute Lemper sirve las dosis de misterio preciso. A medio camino entre el cabaré berlinés de entreguerras y el rock oscuro de artistas como Nick Cave o Tom Waits, sus recitales son siempre inquietantes. En ellos suele evocar a Kurt Weill y asemejarse a Marlene Dietrich y Edith Piaf.