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Reportaje:

"Lo contó el de La Rioja"

El presidente cántabro acude a La Moncloa en taxi, regala anchoas a Zapatero y sugiere que Pedro Sanz grabó al presidente en el Senado

Pablo Ximénez de Sandoval

Estaban sentados prácticamente uno enfrente del otro. De un lado a otro de la mesa dispuesta en forma de U, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se pasó las diez horas que duró la reunión de la Conferencia de Presidentes viéndoles las caras a sus homólogos de Valencia (PP), La Rioja (PP) y Asturias (PSOE), de izquierda a derecha. Ayer reveló que al cuarto de hora de empezar la reunión, Pedro Sanz, presidente riojano, abandonó la sala durante 20 minutos. Él fue el segundo en salir, y ya le preguntaron los periodistas por lo que era un rumor y acabó siendo un incidente que tapó la cumbre: que el presidente del Gobierno había cometido un nuevo lapsus al referirse al último atentado de ETA. "Si nadie salió de allí más que el de La Rioja, ¿quién lo contó? Blanco, en botella y lo dan las vacas. En este caso, vino, porque es de La Rioja", dijo ayer Revilla, tras reunirse con Rodríguez Zapatero en La Moncloa.

El pasado día 11, las puertas del Salón de Pasos Perdidos del Senado fueron cerradas a las once menos cuarto de la mañana para que comenzara la Conferencia de Presidentes. El primero en intervenir fue José Luis Rodríguez Zapatero. Cuando iba a pedir un minuto de silencio por las dos últimas víctimas mortales de ETA, Zapatero se refirió al atentado como "trágico accidente", para decir, un segundo después, "atentado". "Yo me di cuenta de que esto se iba a utilizar", dijo ayer Revilla, "viendo las miradas que se cruzaron todos los presidentes del PP como diciendo 'jo, aquí hay carne".

Lo que no sabía en ese momento nadie es que, además de que la frase tardaría apenas minutos en recorrer todos los pasillos del Senado, el presidente del Gobierno estaba siendo grabado mientras hablaba. La prueba fue difundida en la COPE al día siguiente en su boletín de la una de la tarde. El medio elegido y la utilización del corte para atacar a Zapatero hacen que, quizá injustamente, las sospechas recaigan sobre el Partido Popular, por mucho que Ángel Acebes dijera el pasado lunes que "ya está bien de acusar el PP".

Entre móviles y agendas electrónicas, los medios para grabar son muchos. "Allí había aparatos que no los hay ni en las tiendas", contó ayer Revilla. No es necesario que lo hiciera un presidente autonómico. Alguno pudo, simplemente, hacer una llamada desde dentro de la sala y dejar el móvil al lado del pequeño altavoz de conferencias que cada uno tenía delante. La calidad de la grabación descarta que fuera profesional, a través de un cable.

Aunque desenmascaró a Sanz como filtrador de las palabras de Zapatero, Revilla no pudo ayer confirmar si fue el presidente riojano el que hizo la grabación. Sí tuvo acceso a la misma, ya que pasada la una de la tarde compareció ante los periodistas para leer "textualmente" lo que había dicho el presidente. Preguntado por las sospechas que recaen sobre él, Sanz respondió días después que le "importa un pimiento" quién hiciera la grabación y "que les den por ahí" a los que lo preguntan.

Para un presidente del Gobierno especialmente necesitado de alguna que otra sonrisa, una visita de Miguel Ángel Revilla no decepciona. El presidente de Cantabria acudió a La Moncloa en un taxi. Pagó por el trayecto 12 euros. Primero, presentó el taxista a Zapatero. Después, mientras se fotografiaban, Revilla besó las banderas cántabra y española colocadas por el protocolo de La Moncloa. Zapatero recibió de regalo unos productos típicos de Cantabria, entre ellos anchoas.

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El jefe del Ejecutivo devolverá la visita a Cantabria antes de 40 días, según Revilla, para firmar un convenio por el que el Estado aportará tres millones anuales durante 10 años a la Fundación Campus Comillas, un proyecto para la preservación y promoción de la lengua castellana. El Gobierno de Cantabria aportará igual cantidad.

Otro de los temas que Revilla llevaba en su agenda era la financiación de la llamada autovía del agua, una tubería de 160 kilómetros para trasvasar 26 hectómetros de agua del pantano del Ebro a Santander y San Vicente de la Barquera. Revilla explicó que Cantabria, está sufriendo una grave sequía por el ascenso de las temperaturas. El Gobierno aportará 200 millones a este proyecto. Por último, Revilla pidió a Zapatero que impulse la llegada del AVE a Cantabria desde la línea de Valladolid. Y lo justificó así: se tarda "para hacer 400 kilómetros, lo mismo que tardaba el antiguo tren de Kansas City a Oregón".

Miguel Ángel Revilla besa la bandera española ante José Luis Rodríguez Zapatero a la entrada de La Moncloa.
Miguel Ángel Revilla besa la bandera española ante José Luis Rodríguez Zapatero a la entrada de La Moncloa.EFE

"¿Vamos a la guerra civil?"

El presidente de Cantabria no dudó ayer, tras su visita a La Moncloa, en referirse a la actual tensión entre el PP y el PSOE a cuenta de la política antiterrorista. Miguel Ángel Revilla, que lidera el Partido Regionalista de Cantabria, se mostró molesto con la actitud del presidente del PP, Mariano Rajoy, en el Congreso, por "agarrarse a un radicalismo de oposición al Gobierno y hacer de este tema un uso electoral, lo que me parece bastante mezquino". Para ser más gráfico, preguntó: "Si a este señor le tocara ahora gobernar, ¿qué vamos, a la guerra civil?".

Para Revilla, el Gobierno debe ser apoyado en cualquier intento que haga para acabar con el terrorismo. Y si fracasa, ello "no debe dar pie para que se haga carroña contra un Gobierno".

Revilla desveló que Zapatero le dijo que a partir de ahora, "hay que aplicarles la ley" a los terroristas. Él dio su propia receta: "Lo que le he dicho es que si fuera presidente del Gobierno de España les diría 'pónganse en fila, traigan el carné de identidad en la boca y las pistolas y las bombas a un lado".

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Sobre la firma

Pablo Ximénez de Sandoval
Es editorialista de la sección de Opinión. Trabaja en EL PAÍS desde el año 2000 y ha desarrollado su carrera en Nacional e Internacional. En 2014, inauguró la corresponsalía en Los Ángeles, California, que ocupó hasta diciembre de 2020. Es de Madrid y es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense.

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