Alicante y Elche empiezan a entenderse

Están muy próximas, pero apenas se entendían. Tras diez años en las que la relación institucional ha sido la justa y precisa, los rectores de la Universidad de Alicante, Ignacio Jiménez Raneda, y el de la Miguel Hernández de Elche, Jesús Rodríguez Marín, ultiman la firma de un convenio marco genérico entre ambas instituciones, y otro acuerdo en materia de investigación, desarrollo e innovación. El próximo jueves 25 el Consejo de Gobierno de la de Alicante deberá aprobar los dos documentos que se firmarán a principios del mes de febrero.

La creación de la Universidad de Elche, que se nutrió de centros y facultades arrebatas por decreto del gobierno de Eduardo Zaplana, causó un rechazo entre todo los rectores y en Alicante un profundo malestar por esa decisión que consideran "arbitraria". Una vez el Tribunal Constitucional ha fallado a favor de la decisión de la Generalitat, transcurridos diez años, con protagonistas y actores diferentes ha sido posible establecer una relación de normalidad institucional. La idea no es nueva, ya que en los últimos meses de mandato de Andrés Pedreño y cuando las tensiones entre el Consell y la Universidad eran palpables, el entonces rector quiso formalizar un convenio marco, pero la oposición del entorno de Zaplana frustró la iniciativa.

El convenio permite la colaboración de los parques científicos y solicitar subvenciones

Diez años después el acuerdo es posible. El borrador del convenio marco, al que ha tenido acceso este periódico, reconoce que ambas instituciones "tienen objetivo e intereses comunes". Por este motivo, "estiman conveniente estrechar sus vínculos académicos y científicos". Para lograr este objetivo está previsto "promover el intercambio de experiencias y personal en los campos de la docencia, la investigación y la cultura en general". El convenio marco abre la puerta, en un futuro inmediato, entre otros aspectos, a intercambiar, por tiempo limitado, profesores, estudiantes e investigadores, cooperar en programas de formación e investigación, intercambiar libros y otros materiales de investigación y docencia. Las dos universidades crearán una comisión mixta de seguimiento de este acuerdo de colaboración y desarrollarán otros convenios específicos.

Sin embargo, uno de los aspectos más interesantes del convenio es el que hace referencia a que, "sobre la base de una justa reciprocidad, ambas universidades intentarán recabar fondos de financiación externos" para desarrollar actividades previstas en este acuerdo que tendrá una vigencia de cinco años tras su firma.

Al mismo tiempo los vicerrectores de investigación Salvador Viniegra, en Elche, y Manuel Palomar, en Alicante, suscribirán otro convenio específico "dada la importancia estratégica" y "la proximidad geográfica" entre ambas universidades que permitirá "establecer un marco eficaz y de colaboración" en I+D+i. El documento contempla un amplio abanico de posibilidades de colaboración entre ambas instituciones: utilización conjunta de equipos y medios instrumentales, utilización recíproca de servicios técnicos de investigación y experimentación animal, participación conjunta en la solicitud de proyectos públicos de investigación nacionales y europeos tanto en instituciones públicas como privadas, realización de jornadas científicas y formativas, intercambio de personal técnico e investigador por periodos de tiempo definidos, colaboración en servicios de biblioteca y publicaciones científicas. De especial importancia son las últimas cláusulas que permitirán la "organización conjunta de actividades relacionadas con la promoción y creación de empresas de base tecnológica, la colaboración entre los respectivos Parques Científicos y la colaboración entre los servicios de gestión de la investigación y transferencia de resultados de investigación". Para poner en marcha alguna de estas iniciativas se firmará un convenio específico.