Seis de los ocho embalses de Guipúzcoa superan la mitad de su capacidad

La ausencia de precipitaciones durante los últimos meses en la zona más oriental de la cornisa cantábrica ha hecho descender de forma notable el nivel de agua en los embalses de Guipúzcoa. Aunque la situación en esta provincia no resulta tan alarmante como la de Álava y Vizcaya, comienza a preocupar la escasez de reservas hídricas en algunas comarcas. Es el caso del Goierri y el área de Zarautz-Azpeitia, cuyos pantanos, Arriaran e Ibai-Eder, respectivamente, se encuentran al 24,1% y al 33,1% de su capacidad.

Los seis embalses restantes de la provincia se hallan por encima del 50% de su volumen total, aunque en niveles muy inferiores a los de en las dos últimas décadas. El de Añarbe, que abastece a los más de 305.000 habitantes de San Sebastián y su comarca, se encontraba ayer al 67%, cuando hace un año el volumen de agua embalsada ascendía al 93,8% de su capacidad total. Las precipitaciones caídas el año pasado sobre esta presa supusieron 1.483 litros por metro cuadrado, cuando la media de los últimos años llegaba a 2.051 litros.

La presa de Urkullu, de la que beben Mondragón, Bergara, Oñati y el resto de municipios de su entorno, se encuentra en el 53%, un nivel similar a la de Barrendiola (Zumárraga y Legazpi). La situación es mucho mejor en los embalses de Aixola (Eibar), al 67%% de su capacidad; Lareo (Ataun), al 82%, y Endara (Irún y Hondarribia), con un 85%.

En Guipúzcoa no se plantea por el momento la posibilidad de adoptar medidas restrictivas drásticas a corto plazo. Los municipios que, como San Sebastián, se surten del Añarbe tienen garantizado el suministro para unos seis meses. En cambio, ese margen se reduce a la mitad en los casos del Goierri y de toda la cuenca del río Urola.

Depuradora de Vitoria

Mientras, la depuradora de Crispijana, en Vitoria, ha mejorado los procesos de tratamiento de los más de 32 millones de metros cúbicos de aguas residuales que cada año pasan por las instalaciones, tras finalizar unas obras que han costado 10,7 millones.

El alcalde vitoriano, Alfonso Alonso, asistió ayer a la inauguración de las obras de acondicionamiento de esta planta, realizadas por las empresas Aqualia y Lagunketa, y que han sido sufragadas por el Gobierno y la empresa Aguas Municipales de Vitoria (Amvisa), que gestiona la depuradora, informa Efe.

Las mejoras acometidas para adaptarse a la normativa europea garantizan que las aguas, que una vez tratadas son devueltas al río Zadorra, tengan una mayor calidad ecológica, subrayó Alonso.