El PP reaviva la polémica sobre la apertura de mezquitas en Badalona con una campaña de recogida de firmas
El PP de Badalona entregó ayer en el registro del Ayuntamiento de la ciudad 20.800 firmas contra la construcción de una mezquita en unos terrenos públicos del polígono Montigalà. El partido ha reunido las rúbricas en los últimos tres meses con la ayuda de la plataforma No a la Mezquita en Terrenos Públicos, recientemente creada y en la que figuran militantes del PP. La Asociación de Vecinos de Montigalà no apoya la reivindicación.
Carmen Calvo, ministra de Cultura, criticó ayer la iniciativa del PP y señaló que el Gobierno nunca estará de acuerdo con actuaciones que provoquen enfrentamiento entre ciudadanos. Según Calvo la principal obligación del Ejecutivo es procurar "por todos los medios" la convivencia pacífica, libre y segura, por lo que nunca suscribirán iniciativas que hagan de España y territorio menos libre y plural. Calvo recordó que la "política de todos contra todos" no se correponde con la propia historia del país, "de gran riqueza y diversidad " como "cruce de caminos" entre las diferentes culturas.
El portavoz del grupo municipal del PP, Xavier García Albiol, consideró que "la alcaldesa [la socialista Maite Arqué] y sus socios de gobierno de ICV deben reflexionar". Para Albiol, "los terrenos públicos son necesarios para otros equipamientos".
En julio de 2006, el consistorio aprobó, con el voto en contra del PP, la recalificación de una zona verde del polígono para uso de culto religioso. El PP critica que el consistorio no presentara a exposición pública la resolución, motivo por el cual la Generalitat ha anulado el proceso por defectos de tramitación. En cualquier caso, el primer teniente de alcalde, Eduard Tortajada, aseguró ayer que los terrenos a los que se refiere el PP no se destinarán a acoger una mezquita y acusa a la formación de utilizar el asunto para extraer réditos electorales, ya que las elecciones municipales son el 27 de mayo. "No se favorecerá a ninguna religión por encima de otra ni se destinarán recursos municipales a un credo concreto", afirmó Tortajada.
El portavoz de los musulmanes de La Pau, Abdelkrim Latifi, consideró ayer que el PP "está llevando a cabo una campaña contra nuestra comunidad, propia de la extrema derecha", algo que considera "vergonzoso".
La iniciativa del PP se apoya en comentarios de la comunidad musulmana, según los cuales la alcaldesa les habría trasladado la posibilidad de que tuvieran un espacio en este barrio, si bien el Ayuntamiento nunca se ha expresado oficialmente al respecto.
El problema de fondo es que la comunidad musulmana de Badalona, formada por 10.000 miembros, se ha quedado sin lugares donde rezar. Las quejas de los vecinos motivaron el cierre de la mezquita de La Pau. Antes se clausuraron dos locales por el mismo motivo. Sólo permanece en actividad el oratorio más antiguo de la ciudad, en la calle de Àsia del barrio de Llefià, con más de 15 años en activo. Con tan sólo 90 metros cuadrados, no da para acoger a toda la comunidad.
En los últimos tres años también han fracasado intentos de crear mezquitas en barrios como el Gorg y el Congrés. El Corán permite rezar en cualquier lugar todos los días a excepción de los viernes, cuando recomienda hacerlo colectivamente. Frente a la falta de espacios de gran capacidad, el Ayuntamiento propuso como solución destinar a este uso el polideportivo de Llefià, pero la asistencia masiva de creyentes volvió a generar más protestas, que acabaron con el cierre del equipamiento para esta actividad. "Desde entonces, los musulmanes de Badalona rezamos donde podemos", afirmó Latifi, que se quejó que, frente a los cierres, no se ha ofrecido alternativas.
Mientras tanto, el Ayuntamiento intenta llegar a un acuerdo entre los vecinos y las comunidades religiosas mediante la creación de una ordenanza de edificación de centros de culto. Tras una moratoria de un año de apertura de locales religiosos, musulmanes y evangélicos están a la espera de abrir oratorios.
En su propuesta, el Ayuntamiento fija un aforo máximo de 70 personas por local para evitar aglomeraciones, que sólo se podrá sobrepasar en oratorios ubicados en polígonos. La comunidad musulmana se muestra esperanzada en que la nueva normativa les permita realizar su actividad con normalidad.
Además, para Latifi, "instalar otra mezquita mayor para los viernes en el polígono puede ser una solución: no molesta ni a los vecinos ni a la industria porque rezamos cuando ya no se trabaja y, además, hay aparcamiento. Así se funciona en Mataró".
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