ETA mezcló explosivos para aumentar los efectos de la bomba de Barajas
ETA mezcló dos tipos de explosivos en el atentado del 30 de diciembre en el aparcamiento de la T-4 de Barajas, uno de los cuales, un potenciador (pentrita o cordón detonante), tiene como misión multiplicar el efecto detonante y aumentar el poder destructivo, según informó ayer el Ministerio del Interior. El otro era un explosivo de naturaleza inorgánica con una base de nitratos, del tipo amonal o amosal. El potenciador ha sido utilizado en diversas ocasiones desde 1994 por la banda terrorista.
En los 15 días que han pasado desde el atentado, la Unidad de Actuaciones Especiales de la Policía Científica, encargada de coordinar todos los trabajos, ha revisado 559 vehículos que se hallaban en la zona de deflagración de la furgoneta bomba. El primer objetivo de los agentes fue descubrir los cuerpos de los dos fallecidos. Para ello fue necesaria la colaboración de especialistas en ADN y antropología forense, que buscaron entre los restos de la explosión cualquier indicio que apuntara a la existencia de restos humanos. El rescate del segundo cadáver fue extremadamente laborioso, según informó Interior. Tuvieron que usar una cámara tipo endoscopio (aparato usado en medicina para explorar cavidades y conductos del organismo humano) para identificarlo, antes incluso de que se pudiera extraer el cuerpo de entre los restos del vehículo.
Después de hallar a las víctimas mortales se inició la inspección de los vehículos que se encuentran en el lugar de la explosión para documentar todos los afectados (número de bastidor, matrícula, modelo, etc.).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.