Batasuna renuncia a secundar la marcha que exigirá a ETA el fin de la violencia

Batasuna anunció ayer por la tarde que no acudirá a la manifestación de hoy en Bilbao porque considera que se trata de una iniciativa que ha sido "cocinada en Madrid, entre Rubalcaba e Imaz, para dar cobertura a la posición del Gobierno español durante estos 10 últimos meses". El portavoz Pernando Barrena la calificó de "fraude a la sociedad vasca". El lehendakari Ibarretxe, por su parte, hizo un ejercicio de autocrítica al reconocer públicamente que la clase política no ha sabido estar en este tema a la altura de las circunstancias.

Batasuna necesitó prácticamente el día de ayer para concretar su postura ante la movilización de Bilbao destinada a exigir a ETA el cese de la violencia. La decisión de no acudir la desveló Pernando Barrena sin admitir, pese a ser preguntado en la comparecencia pública, la existencia de dos posiciones enfrentadas en el debate que han tenido a lo largo de esas horas, según aseguran fuentes abertzales.

Barrena expuso ante la prensa la negativa de Batasuna a acudir a la marcha de Bilbao, posición que él encabeza apoyado por el también portavoz Joseba Permach, sentado ayer junto a él. Frente a esta línea mayoritaria, no consiguieron imponerse los partidarios de estar en la manifestación, con el gran significado interno, aunque ya tardío, que este gesto hubiera tenido, encabezados por el portavoz oficial, Arnaldo Otegi.

La razón principal que ofreció Pernando Barrena para explicar la negativa de Batasuna a estar presente hoy en Bilbao fue la siguiente: "El nuevo formato de manifestación tiene como objetivo pivotar sobre la agresión contra un único agente y una única posición en el contexto de proceso político", en alusión a la condena a ETA, sigla que no pronunció. Barrena dijo que esta nueva caracterización de la marcha constituye un "fraude" y un "fiasco" a la sociedad vasca.

"Cocinada en Madrid"

"Se trata de una manifestación cocinada en Madrid por Rubalcaba e Imaz, que pretende dar cobertura a la posición mantenida por el Gobierno español en estos últimos 10 meses. Una manifestación por definición excluyente, que prioriza objetivos de partido a la viabilidad del proceso; en definitiva, una movilización que no aporta en absoluto nada a la paz", afirmó el portavoz abertzale ante la prensa.

Como ha venido sosteniendo Batasuna desde el mismo día 30 de diciembre, tras el atentado de Barajas, Barrena insistió en que el actual proceso está "en crisis", y atraviesa un momento "difícil y delicado", haciendo caso omiso a las reiteradas afirmaciones de ruptura realizadas desde el Gobierno y los partidos políticos. En esa línea explicó que su apoyo a la primera convocatoria de Ibarretxe con el lema Paz y diálogo constituía su "aportación de responsabilidad para tratar de consolidar y hacer viable el proceso".

El lehendakari, por su parte, lamentó ayer que la clase política no haya estado "a la altura de las circunstancias" en estas dos semanas posteriores al atentado de ETA en Barajas. "Reconozco que desde la política estamos aportando bien poco, más allá de la confusión y de no saber arreglar las cosas", dijo. Ibarretxe se autoincluyó en esa crítica genérica: "Yo también me recrimino a mí mismo, no estamos a la altura de las circunstancias desgraciadamente quienes nos estamos dedicando a la política en estos momentos", añadió. El lehendakari señaló en 2005, tras las últimas elecciones autonómicas, que si en el plazo de un año la situación vasca no entraba en vías de arreglo, la actual generación de dirigentes debería dejar paso a otros.