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Los colegios de abogados debaten un nuevo código deontológico y proponen mejoras en el turno de oficio

Las juntas de los 14 colegios de abogados de Cataluña aprobaron ayer el borrador del nuevo código deontológico para regular el ejercicio de la profesión en todos los campos: desde las relaciones con la Administración de justicia o con los clientes hasta el secreto profesional y la responsabilidad disciplinaria. "La sociedad tiene derecho a saber qué espera de nosotros", afirmó el letrado Cristóbal Martell, redactor del texto que ahora será discutido en cada colegio antes de presentarlo a la Generalitat.

La previsión es que pueda entar en vigor el próximo otoño y que sustituya al código aún vigente, que fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por un defecto de forma. La ley de colegios profesionales que entró en vigor en Cataluña en septiembre obliga a aprobar un código de estas características a los sectores profesionales que no lo tenían.

"La abogacía actual no tiene nada que ver con la de hace unos años y hemos de modernizar la profesión y adaptarla a las nuevas leyes y a la nueva realidad social", explicó Pere Huguet, presidente del Consejo de Colegios de Abogados, que representa a 26.500 profesionales.

En la reunión celebrada ayer en Montbrió del Camp (Baix Camp), las juntas colegiales aprobaron también el borrador de una nueva regulación del turno de oficio, sobre la base de que el modelo actual es el bueno. El Departamento de Justicia de la Generalitat desató el debate hace unos meses, al sugerir la privatización, "pero esa polémica se acabó en cuanto se fue el consejero Josep Maria Vallès", explicó ayer Ricard Borràs, decano de los abogados de Lleida. La nueva consejera, Montserrat Tura, aseguró al acceder al cargo que mantendrá el modelo actual y que los colegios de abogados se seguirán ocupando de su gestión.

En opinión de Borràs, el 30% de los asuntos de oficio son inviables y no deberían plantearse nunca. "Ya es hora de que se deje de gastar dinero público cuando no haya base jurídica para defender un pleito", precisó, al tiempo que pidió que se evitara el automatismo de conceder abogado de oficio a nuevas formas de delincuencia sin que esté justificada, como los casos de violencia doméstica o las alcoholemias.

El borrador que se discutió proponía que para ejercer el turno de oficio en alguna materia especializada se exigiera una revisión y un examen cada tres años, así como formación continuada. También que se encuestara a los usuarios para evaluar el servicio, que se revisaran aleatoriamente los asuntos y que hubiera un control estadístico, aunque finalmente esas propuestas quedaron aplazadas para un futuro debate.

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