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Una 'multinacional' liderada por Lalas

Cuando aún en el verano Alexi Lalas, presidente de Los Ángeles Galaxy, dijo que estaría encantado de contar con Beckham en sus filas, era ya más que una declaración de intenciones. El primer jugador estadounidense conocido, y que recaló en Italia en 1994 antes de reconvertirse en directivo, acabó de poner nombre a la nueva norma de la Liga de fútbol estadounidense (MLS) que estaba en vías de aprobarse. Cuando a principios de noviembre se hizo oficial que los clubes podrían fichar a un jugador por encima del límite salarial de 400.000 dólares, la ley no podía tener ya otro nombre que la ley Beckham. La llegada a California del jugador sólo era cuestión de tiempo.

Beckham ya estaba ligado al Galaxy al tutelar una escuela para jóvenes futbolistas, The David Beckham Academy, justamente en el Home Depot Center, el estadio para 27.000 espectadores que costó 150 millones de dólares y fue inaugurado en 2003. Allí, en Carson, localidad al sur de Los Ángeles y no lejos de Beverly Hills, más al norte, donde Victoria, la mujer del centrocampista ha buscado casa, está el centro neurálgico del equipo más laureado de la MLS junto al DC United. Pero no precisamente la última temporada. En 2006 no se clasificó por primera vez para la fase decisiva de la Liga, tras ser campeón en 2002 y 2005, y llegar tres veces más a la final de 10 campeonatos disputados. Por eso, Lalas declaró que habría cambios.

El equipo nació por iniciativa del abogado Marc Rapaport y de la empresa L. A. Soccer Partner, pero en 1998 pasó a manos de la compañía AEG, subsidiaria del grupo Anschutz, y que controla un variado grupo de clubes y recintos deportivos. Entre ellos, el mismo DC United, el Chicago Fire y el Houston Dynamo, el último campeón.

De Beckham hasta se ha especulado ya con que podría comprar por 20 millones de dólares la franquicia del Galaxy, junto a Malcolm Glazer, dueño del United, y ponerle nombre. De momento sólo llega a un equipo discreto, donde los únicos jugadores que suenan son los estadounidenses Donovan y Jones. Ahora él sonará por todos.

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