El Valladolid perdona al Villarreal
El grupo de Mendilibar, con hechuras de Primera, pasa por encima del equipo castellonense
Pudo ser peor, mucho peor pero el Villarreal salió de Valladolid con opciones de encontrar en su estadio el camino hacia los cuartos de final de la Copa. El Valladolid, un equipo que no pierde desde hace tres meses, líder de la Segunda División, le arrancó una victoria mínima pero pasó por encima de un equipo cuya único cambio notable respecto al once de la Liga fue de nuevo la ausencia de Riquelme.
El Villarreal apareció en Zorrilla sin saberse su nuevo guión, ese en el que no está Riquelme, el que dicta que tiene que buscarse nuevas referencias. Matías Fernández ejerció de ello un rato y el equipo de Pellegrini hizo suyo el choque con un esfuerzo físico notable y poca cosa más porque el balón no aparecía por las áreas y después de veinte minutos de refriega en el centro del campo todo se desparramó en dos minutos. Losada acertó a recoger un rechace en el área pequeña y solo un minuto después José Mari devolvía todo al punto de inicio con un cabezazo tras un saque de esquina. El Valladolid no acusó el golpe del gol del empate. Al contrario. Comenzó a crecer, a airear los males de su rival y encontró en la banda izquierda el agujero por el que empezar a poner la eliminatoria de su lado.
VALLADOLID 2 - VILLARREAL 1
Valladolid: Jacobo; Chema, Javier Baraja, Rafa, Gonzalo Vicente; Asier (Mario Suárez, m. 72), Iván Hernández, Borja, Oscar Sánchez; Víctor (García Calvo, m. 80) y Losada (Llorente, m. 65).
Villarreal: Viera; Josemi, Fuentes, Quique Alvarez, José Enrique; Tacchinardi (Senna, m. 63), Somoza, Marcos García (Guille Franco, m. 72) ; Matias Fernández; José Mari (Arruabarrena, m. 76) y Forlán.
Goles: 1-0. M. 19. Losada recoge un rechace y bate a Viera. 1-1. Min. 20. Jose Mari, libre de marca, cabecea a la red. 2-1. Min. 69. Víctor centra raso y Llorente marca.
Árbitro: Pérez Burrull. Amonestó a Rafa, José Mari, Llorente y expulsó a Franco (m. 82).
Unos 8.500 espectadores en Zorrilla.
Después de casi una hora de sufrir el control del Valladolid Pellegrini modificó su pareja de pivotes y colocó a Marcos Senna en el centro. Forlán acertó a enredar un rato a los centrales pero entonces llegó el gol de Llorente, tras una jugada que se había repetido durante toda la segunda parte: el cuero a la banda, los laterales desbordados y el delantero rematando solo. El gol terminó de tumbar al Villarreal que aún tuvo que sufrir veinte minutos de extravío en los que Guille Franco se fue expulsado por un codazo sobre Iván Hernández y de los que salió indemne por muy poco, por la cruceta, por Viera y porque Llorente, el máximo goleador de Segunda, tardó una hora en pisar el césped.
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