La tutoría de los médicos es evaluada por los aspirantes

Cuando los alumnos de 6º curso de la Facultad de Medicina de Córdoba comienzan sus prácticas de la asignatura Patología Médica III en el área de Medicina Interna del Hospital Reina Sofía saben que, al final de este rodaje, deberán ser capaces de "interpretar los criterios clínicos de la bronquitis crónica y del enfisema", "definir la hipertensión arterial" o "realizar el diagnóstico de los principales tipos de cefalea". Éstas son algunas de las exigencias que se fijan entre los objetivos que se entregan a los estudiantes cuando empiezan con estas prácticas.

Al finalizar el proceso, son examinados con pruebas y análisis de diagnósticos, simuladores de torsos e, incluso, pacientes reales.

"Los casos, en la universidad sólo los ves en la teoría, pero aquí los ves en la práctica", sostiene Marta Jaquotot, alumna de último curso. "Cuando llegas a Medicina Interna te sientes integrado, como si formaras parte del servicio", apunta su compañera Cayetana Morales.

Pero los alumnos no son los únicos a los que se les examina. Al acabar las prácticas, los estudiantes valoran el desarrollo del trabajo que se ha desempeñado en el centro. "En general, suelen calificarnos muy bien", explica el doctor José López Miranda. Aunque hay excepciones, como en el área de Urgencias, donde es complicado que los facultativos puedan estar tan pendientes de los chicos.

"Lo que buscamos con las encuestas sobre las disciplinas es poder mejorar lo que los alumnos perciben que está mal", remata el doctor López Miranda. "Los estudiantes suelen salir contentos de aquí, notas que llegan apagados y, con el día a día, los consigues encender", afirma Rafael Ángel Fernández de la Puebla, uno de los médicos que también ejerce de profesor en el hospital.