Ban Ki-moon nombra a sus primeros colaboradores
Ban Ki-moon entrará hoy por la puerta principal de la sede la Naciones Unidas como nuevo secretario general del organismo internacional. Su mandato de cinco años se hizo efectivo con el inicio de 2007. El diplomático surcoreano tendrá como restos principales avanzar en la reforma interna de la ONU y la solución de varias crisis que azotan el planeta, como los conflictos de Darfur, Oriente Próximo y Somalia. Pero antes de que la maquinaria funcione a pleno rendimiento, deberá completar su equipo.
La tarde del domingo, apenas unas horas antes de que comenzara su mandato, Ban Ki-moon anunciaba los dos primeros nombramientos: el del diplomático indio Vijay Nambier como su nuevo jefe de Gabinete, y el de la periodista haitiana Michele Montas como portavoz. Nambier es conocido en la ONU por las misiones que le encomendó Kofi Annan, entre ellas las recientes negociaciones de paz en Líbano. Antes, entre 2002 y 2004, fue representante de India ante el organismo, y entre 2004 y 2006 ejerció como responsable del consejo indio de Seguridad Nacional.
Por su parte, la periodista Montas trabajó para la división francófona del servicio de radio de la ONU, y en 2003 fue la portavoz de la presidencia de la Asamblea General. Montas dirigió junto a su marido, Jean Dominique, la emisora Radio Haití-Inter, antes de que éste fuera asesinado en abril de 2000. Montas abandonó su país en febrero de 2003 por amenazas de muerte.
Eficacia y transparencia
El nuevo secretario general dice en un comunicado que estos dos nombramientos "servirán como una base sólida" para el establecimiento de su equipo de gestión y "la puesta en marcha" del programa de reformas administrativas del organismo. Pero Ban Ki-moon debe completar aún el que será su equipo de gestión, en concreto los puestos de adjuntos a la secretaría general, que se espera anuncie en los próximos días.
Los países que integran la ONU, y en especial Estados Unidos, principal contribuyente, esperan que Ban Ki-moon mejore la eficacia y transparencia del organismo, para evitar que se produzcan escándalos como el que en 2005 azotó a la institución a raíz del fraude en el programa humanitario Petróleo por Alimentos para Irak.
La reforma administrativa de la ONU, junto a la ansiada y casi imposible ampliación del Consejo de Seguridad, deberá combinarla con otras misiones sobre el terreno, como la solución de varios conflictos y crisis humanitarias, la amenaza de la proliferación nuclear y el terrorismo, la lucha contra la pobreza y el cambio climático.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.