El atletismo se cita en Osaka con la vista puesta en Pekín
Los años preolímpicos no traen consigo grandes Mundiales de atletismo. Por eso, quizás, más valdría olvidarse del fabuloso verano de 2006, de la increíble serie de Powell, la nueva estrella de los 100 metros (16 carreras imbatido, 12 veces por debajo de los 10 segundos, dos igualando su récord mundial de 9,77s), de la aparición de la sangre nueva del 200 (Spearmon, Gay, Carter), del gran curso de los cuatrocentistas (Wariner y Richards), y disfrutar de los Mundiales de Osaka con la vista puesta en los Juegos Olímpicos de Pekín. Después de la fiesta de los Europeos de Gotemburgo (11 medallas), España deberá rehacer sus cuentas y engancharse a Paquillo.
En marzo, cuatro meses antes de la competición japonesa, Kenia acogerá los Mundiales de cross. Será la gran oportunidad de los kenianos de acabar con el dominio etíope. Bekele, ganador los últimos cinco años, ha anunciado su renuncia, pero a nadie le extrañaría que diera marcha atrás, dado el valor simbólico de una victoria en la casa de los grandes rivales.
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