Mas pretende convertir las elecciones municipales en una batalla contra el "asfixiante" poder del PSC
El primer grupo de la oposición al Gobierno catalán, el de Convergència i Unió (CiU), pretende convertir las próximas elecciones municipales, previstas para el mes de mayo, en una batalla contra la "asfixiante concentración de poder" en manos del PSC.
Artur Mas, presidente de CiU, hizo ayer un llamamiento a los electores a crear "un contrapeso" al "monopolio de poder" que a su juicio ejercen los socialistas catalanes. En unas declaraciones a la agencia Europa Press, Mas dijo: "Alertamos al electorado para que, más allá de su voto en función de cada municipio, entienda que ahora hay en Cataluña una asfixiante concentración de poder en manos de muy pocas personas de la calle de Nicaragua", en alusión a la sede central del Partit dels Socialistes (PSC).
El dirigente nacionalista calificó de "sumamente arriesgado" que los electores confirmaran en los comicios municipales la actual configuración del mapa político porque podría suceder que "los intereses de un solo partido pasen por delante de los del país", como a su juicio ya ha ocurrido en algunas ocasiones.
El hecho de que el PSC gobierne en alianza con otros dos partidos tanto en la Generalitat como en el Ayuntamiento de Barcelona y en los más importantes municipios catalanes, no impide que Mas hable de "monopolio". Tanto Esquerra Republicana (ERC) como Iniciativa Verds (ICV) son cada vez más, desde su punto de vista, satélites "en la órbita del PSC".
CiU se ha definido a sí misma como la primera fuerza municipal de Cataluña, una condición basada en que ostenta el mayor número de alcaldías. Pero desde las anteriores elecciones municipales los tres partidos de la izquierda llevan a cabo una sistemática extensión de sus organizaciones por todo el territorio catalán y se dedican, en particular, a preparar candidaturas municipales en centenares de localidades pequeñas donde CiU ha gobernado durante décadas prácticamente en solitario. Por esto, Mas afirmó ayer que CiU aspira a demostrar "que no sólo es la primera fuerza en el Parlament, sino también en todo el territorio".
Las elecciones municipales de 2007 serán las segundas que la coalición fundada por Jordi Pujol afronta estando fuera del Gobierno de la Generalitat y en la oposición frente al Gobierno de España. Pero la primera vez tuvo que hacerlo cuando sólo llevaba medio año en la oposición.
Ahora uno de sus objetivos es ganar la alcaldía de Barcelona, a la que el PSC presenta un candidato novel y con escaso carisma. Para lograrla ha recibido ya ofertas de apoyo por parte del PP, en el caso de que ambos partidos reunieran la mayoría de concejales, como suman en Tarragona.
