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Columna
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Paris Hilton

Manuel Rivas

El buscador me indica que ha obtenido 45.400.000 de resultados en la consulta de información sobre Paris Hilton, la hija de los dueños de la cadena de hoteles. Decir que Hilton es célebre es una redundancia. Ella es la celebridad. Nadie es más conocida en el mundo. La nota más reciente habla de su próxima boda con el empresario griego Stavros Niarchos, con quien "se ve intermitentemente". Curiosa esta expresión. No hay color entre "verse intermitentemente" (ligereza) y "estar enamorado" (pesadez). Los ojos del cibernauta tienen su estrategia, así que pronto me entero que Paris se hace acompañar "frecuentemente" de un chihuahua llamado Tinkerbell. Me merecen mucho respeto los chihuahuas y las personas ocupadas en llevar un chihuahua. Es una tarea cualificada que requiere estilo. Los chihuahuas no salen a la calle con cualquiera. Los perros también tienen conciencia de clase. Yo he visto a más de un chihuahua mirar de arriba abajo, con cierto desdén, a algún pretendiente humano. A mí no se me ocurriría ir por la calle con un chihuahua, hacerle pasar esa vergüenza. Por otra parte, Paris apenas se separa de la cantante Britney Spears. Es decir, tenemos a Niarchos, al chihuahua y a Britney en un primer click. Pero esto empieza a llenarse rápidamente de gente. Hay que clickar con cuidado. La chica no para. Todas las informaciones repiten como una cantilena que lleva una "vida disoluta". Por el tono jocoso de las crónicas, su profesión parece ser ésa. La de disoluta. Comenzó a trabajar muy joven como modelo y en clubes, y esa dedicación le impidió ir a la universidad. Su primer salto a la fama fue una filmación de su vida íntima, de contenido sexual, One Night in Paris, que el cabrón de su ex novio difundió en Internet. Luchó por un hueco en el cine, pero su mayor éxito fue el premio Razzie a la peor actriz de reparto. Por fin, consiguió un papel estelar en el reality show The simple life, en el que tenía que pasar por la calamidad de trabajar de granjera en Arkansas. Fue hospitalizada al caerse del caballo. Y así todo. Otra acepción de disoluta es la de disuelta. Cada segundo de Paris Hilton es consumido por millones de fisgones intermitentes en todo el mundo. Al único que envidio en esta historia es al chihuahua.

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