Navidad congestionada
De poco sirven las campañas que todos los años pone en marcha la Guardia Urbana de Barcelona para las navidades, en días en los que, en teoría, se advierte de cortes de tráfico cuando la intensidad de éste se torna insoportable. Desde el inicio de la campaña de Navidad las escenas de Pelai, plaza de Catalunya y la propia Rambla a tope se repiten a diario. La foto que ilustra esta página -tomada a media mañana del pasado miércoles- lo evidencia y parecen poco efectivos los carteles disuasorios que se colocan en el acceso a La Rambla por el paseo de Colom y en la calle de Pelai.
El único paso que hace tiempo que está vedado es el de los autocares de turistas que utilizaban los dos viales de La Rambla dentro de su ruta sin que aquéllos se apeasen. Micrófono en mano, se veía como los guías indicaban los puntos de interés del paseo, lo que originaba serios colapsos para el resto de los vehículos, incluidas las líneas de autobuses. Los autocares de paso prácticamente ahora no se ven y, en principio, acceden pocos, básicamente los que se dirigen a algunos de los hoteles de La Rambla.
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