Urbanismo requiere a Fisterra para que paralice 400 viviendas en la play a

La Dirección Xeral de Urbanismo de la Xunta ha requirido al Ayuntamiento de Fisterra, gobernado por el PP, la revisión de las licencias que concedió para construir 16 edificios, con un total de 391 viviendas, al apreciar que son nulas de pleno derecho. Los servicios de inspección urbanística de la Consellería de Política Territorial han detectado numerosas ilegalidades en estas promociones, la mayor parte (13 bloques con 342 pisos) situada en la Recta da Anchoa, la única vía de acceso a esta localidad de A Costa da Morte y en primera línea de playa.

Hace ya cinco años que Fisterra vive un crecimiento urbanístico tan espectacular como desordenado. Su alcalde, José Manuel Traba, reconoció incluso hace poco que ya no queda un metro cuadrado de suelo urbano por comprar. En la Recta da Anchoa, a los pies de la playa de Langosteira, la fiebre urbanizadora está en su apogeo, con la construcción muy avanzada, y en algunos casos ya terminada, de bloques de viviendas a ambos lados de la carretera.

La Dirección Xeral de Urbanismo acaba de notificar al gobierno municipal diez requerimientos por los que le insta a revisar de oficio las licencias que otorgó para construir 13 edificios en la citada vía de acceso al pueblo y otros tres bloques de 49 pisos en pleno centro de la localidad, en la calle alcalde Fernández Daviña. En todos los casos, el departamento que dirige Ramón Lueje advierte "nulidad de pleno derecho" de las licencias concedidas por el equipo de gobierno.

La lista de anomalías e infracciones del planeamiento urbanístico descubiertos por los inspectores de la Xunta en estas promociones de viviendas es larga. En una mayoría de los casos, no se cumplen las condiciones marcadas para la concesión de estas licencias, al superar muchos de estos nuevos inmuebles el máximo de edificabilidad previsto o tener una altura mayor de la permitida.

En el caso de los 13 edificios de la Recta da Anchoa, el gobierno local infringe el planeamiento urbanístico en vigor. Este municipio carece de plan general de ordenación, por lo que se rige por unas normas subsidiarias redactadas hace diez años, previas a la Lei do Solo de 1997 y sin adaptar a la normativa actual de 2002. Las licencias que otorgaron las autoridades municipales para construir a los pies de la playa Langosteira se dieron con la clasificación de suelo urbanizado consolidado, cuando no lo está, por lo que se incumplió la obligación de repartir cargas y beneficios entre los propietarios de las fincas afectadas antes de urbanizar ese terreno rústico.

Además de incumplir las condiciones por las que se dieron estas licencias en cuanto al volumen o altura de las edificaciones, Urbanismo advirtió que no están garantizados los servicios necesarios, sobre todo en cuanto a saneamiento de augas residuales, para atender el conjunto de estas 342 nuevas viviendas de la Recta da Anchoa. Incluso uno de esos 13 edificios residenciales en primera línea de playa tan sólo tiene previsto una fosa séptica para la recogida y depuración de las aguas residuales que generen sus futuros ocupantes.

La Xunta concede un plazo de tres meses al Ayuntamiento de Fisterra para atender sus requerimientos de revisión de oficio de las licencias otorgadas, lo que implica para el gobierno local paralizar las obras en marcha y retomar todo el proceso administrativo desde el inicio. Si hace caso omiso a estas demandas, el Ejecutivo gallego llevará estos casos ante los tribunales, con un contencioso administrativo que, de prosperar, puede acabar con una orden judicial de demolición de los inmuebles afectados. Urbanismo ya está en conversaciones con el decano de los registradores de la propiedad para, en el caso de abrirse la vía judicial, poder hacer constar a los interesados en adquirir alguna de estas viviendas que están recurridas y corren el riesgo de ser declaradas ilegales y derribadas.