Casi de vacaciones

La inactividad y la negativa a asumir nuevos riesgos han caracterizado esta última sesión de los mercados de valores, lo que ha dado como resultado una serie de altibajos insignificantes que apenas cambian la fisonomía del ejercicio, pero que dejaron ayer cierta sensación de debilidad.

En el mercado español, el Ibex 35 cedió el 0,27% y cerró en 14.160,80 puntos. La jornada careció de ideas desde el mismo momento de la apertura, lo que fue alejando a los inversores hasta acumular un descenso del 0,57% en el Ibex 35. Desde ese punto, y con las expectativas de unos buenos indicadores económicos en Estados Unidos, se fue produciendo una lenta recuperación que incluso consiguió llevar a este índice a terreno positivo, pero la confusa lectura que hicieron los inversores estadounidenses de la evolución de su economía provocó algunos desajustes y, de nuevo, dejó el mercado a merced del papel.

La confianza de los consumidores subió en Estados Unidos hasta 109,0 puntos en diciembre, al tiempo que la actividad económica en el área de Chicago saltó inesperadamente por encima de los 50 puntos, el nivel que separa la actividad del enfriamiento. La venta de viviendas de segunda mano también sorprendió con una subida en noviembre, aunque los precios siguieron cayendo por cuarto mes consecutivo, y el dato semanal de peticiones de desempleo quedó por debajo de las expectativas. Lejos de celebrar que la economía recupera el ritmo, en la Bolsa de Nueva York optaron por considerar que la Reserva Federal tiene cada vez menos argumentos para bajar los tipos de interés, lo que hace aumentar el número de analistas que esperan que se mantengan como están durante un buen número de meses.

En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad del bono a 10 años subió al 4,01% al considerarse inevitable una subida de tipos por parte del BCE.