El control de zonas saturadas y desestacionalizar la actividad, objetivos prioritarios para el sector

Uno de los retos peincipales para el sector turístico andaluz es corregir la estacionalidad de la actividad, que en los últimos años ha vuelto a manifestar una clara tendencia a concentrarse en los meses centrales del año, mientras que el invierno ha quedado como periodo de temporada baja. Este año por ejemplo, entre noviembre y febrero cerrarán en algún periodo unas 60.000 plazas hoteleras, más de la cuarta parte de las censadas en Andalucía.

Además de los ocho grupos sectoriales que han trabjado en la preparación del Plan General de Turismo Sostenible, también ha habido reuniones terrotoriales de los agentes del sector en cada provincia, en las que la Consejería encuestó sobre los principales retos en los ámbitos urbano, rural y litoral. Para éste último, la desestacionalización con la incorporación de nuevos segmentos y actividades, fue el reto más mencionado en seis de las ocho provincias, y sólo en Jaén quedó en segundo lugar, mientras -en Córdoba no se habló del litoral-.

En Jaén, provincia en la que la actividad turística tiene menor peso aunque con gran potencial por sus recursos naturales, se advirtió sin embargo como principal reto el de reforzar los mecanismos de control que eviten la proliferación de zonas saturadas.

Este asunto fue marcado en segundo lugar en Granada, Cádiz y Sevilla, y curiosamente desciende hasta el tercer lugar en aquellos territorios donde justamente hay más saturación, Málaga, Almería y Huelva.

Y es que las reuniones sectoriales y territoriales han permitido comprobar que la visión del actual panorama turístico andaluz depende del lugar desde el que se observe. Por ejemplo, en cinco provincias (Almería, Cádiz, Granada, Huelva y Sevilla), el principal reto turístico de los núcleos urbanos es el impulso de nuevos recursos culturales, que en la provincia con más peso, Málaga, no es sino el cuarto de los cinco retos más mencionados. Para los agentes de la Costa del Sol, la prioridad es la mejora de las infraestructuras y servicios de atención al turista.

El mismo contraste se aprecia en la consideración del turismo rural. Para cinco provincias, es prioritario introducir criterios turísticos en la gestión de los espacios naturales, pero para los agentes del sector de Málaga no este no es sino el último de los cinco retos más mencionados, igual que en Córdoba. Para el sector del turismo rural de Málaga, lo prioritario es mayor profesionalización del sector, mejorar la información sobre la oferta en los mercados e impulsar estructuras de gestión local de los destinos.

El sector turístico andaluz reclama casi unánimemente que se le tenga en cuenta en las políticas de ordenación del territorio. De un total de 663 encuenstados, 179 piden refrozar la capacidad de Turismo en decisiones sobre urbanismo, y 177 que se homogeneicen criterios de intervención y ordenación.