Las cifras de Justicia

Se acerca el fin de año y pronto nos bombardearán con las habituales cifras sobre número de juicios, mujeres maltratadas, órdenes de alejamiento y los triunfos de todos los años. Mientras tanto, las personas con las que se fabrican esas cifras seguirán viviendo su particular calvario, anónimas, con la impresión de no contar nada más que para fabricar esos números.

Sólo así se explica que se permita que un padre deje sin la pensión alimenticia a sus hijos durante meses mientras hace alarde de riqueza con un flamante BMW de los grandes, o posee varias casas. Así es posible que un juez dicte una orden de embargo por no haber subido el IPC en la pensión, pero cueste seis veces más dinero hacer que ejecuten esa orden. Sólo así es posible que intente llevarse a sus hijos de una manera irregular (me da miedo decir secuestre, y por eso no lo digo) y al denunciarle la madre figure como acusada, después de convencer (en vez de ser ayudada) al policía para que curse la denuncia, o que al ir al juicio rápido no se celebre éste, e incluso no puedan verse las diversas denuncias que ya han tenido lugar. Me enorgullece vivir en un país que consigue triunfos sociales como el nuestro, que está a la cabeza en determinados derechos, pero me apena ver cómo seguimos siendo anónimos, sólo contamos para hacer estadísticas y la justicia sigue tan lejana del individuo. ¿A quién se puede recurrir.