Feijóo contrapone la unidad de criterio del PP a las continuas disputas entre socialistas y nacionalistas

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, no pasó ayer por alto la reciente refriega entre el BNG y la presidenta del Parlamento a cuenta de la interpretación del himno gallego. Un día antes de su reunión con el vicepresidente de la Xunta, Anxo Quintana, en torno a la reforma del Estatuto, Feijóo aseguró que "las comunidades autónomas de primera se hacen día a día; no son un problema de simbología". Y los Presupuestos aprobados ayer tampoco son otra cosa que las cuentas de dos grupos políticos -socialistas y nacionalistas- que se acusan mutuamente de "ignorancia", de promover la "España de charanga y pandereta" y que ponen en duda incluso los gastos del Parlamento. El Partido Popular, por el contrario, permanece con Galicia.

La alusión de Feijóo - a la que la presidenta Dolores Villarino respondió inmediatamente asegurando que "todos los gastos [de la Cámara en relación con su 25º anivesario] están justificados"- fue la única que los portavoces se permitieron ayer en el pleno en relación con la controversia del himno. Fuentes del BNG confirmaron que su portavoz, Carlos Aymerich, da por zanjado el incidente en lo que a la interpretación musical se refiere. No obstante, los nacionalistas formalizarán la semana próxima una solicitud de información acerca de los gastos ocasionados por la celebración del 25º aniversario del Parlamento. También mantendrán la proposición no de ley en la que exigen el cumplimiento de la Ley de Símbolos en lo que respecta a la interpretación del himno.

Aymerich sí aprovechó su intervención al cierre del debate de los Presupuestos para situar la legislatura en el contexto de la reforma del Estatuto, también en vísperas de la reunión entre Feijóo y Quintana. El portavoz del Bloque se mostró de acuerdo con que las cuentas para 2007 permitirán "acelerar el ritmo de los cambios". Pero, añadió, "aun así sólo se conseguirá corregir levísimamente" la distancia con España y con Europa, porque "las herramientas necesarias" para cambiar esta situación "siguen en manos del Estado". "De nosotros depende que eso cambie con el nuevo Estatuto", advirtió.