El alcalde tránsfuga de Gibraleón es elegido candidato del PSOE

El viaje de retorno del alcalde tránsfuga de Gibraleón (Huelva), Juan Serrato, al PSOE ha concluido. La asamblea del PSOE del municipio onubense le eligió el jueves por aclamación como candidato a la alcaldía para las próximas municipales. Juan Serrato lideró en noviembre de 2005, junto otros siete concejales del PSOE, una moción de censura contra el alcalde del PP en Gibraleón, José Ramón Gómez Cueli. La moción se aprobó gracias al voto de la edil tránsfuga del PP en el Ayuntamiento, Esperanza Ruiz. En un principio, la maniobra política no contó con el apoyo del PSOE, por lo que Serrato y el resto de los concejales de su grupo dejaron el partido.

Pero las tornas cambiaron y el primer paso en firme para el retorno de Juan Serrato al partido en que siempre militó se dio en octubre de este año, cuando unos 2.500 militantes y simpatizantes del PSOE en Gibraleón firmaron un escrito solicitando a la dirección socialista que el alcalde fuese readmitido en el partido y encabezase las listas del mismo en los comicios locales del próximo mayo. Finalmente, el pasado jueves por la noche, Juan Serrato fue aclamado como candidato de los socialistas para revalidar su cargo de alcalde en la localidad onubense.

Serrato nunca se ha considerado a sí mismo un alcalde tránsfuga: "Tránsfuga es el que cambia de partido para su provecho particular. En mi caso he gobernado para el bien de mis vecinos y mi pueblo, frenando operaciones de especulación urbanísticas del PP en Gibraleón. Nosotros abandonamos el partido momentáneamente para defender a nuestro pueblo", afirmaba ayer el alcalde y candidato.

Por su parte, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, calificó ayer de "gravísimo atentado contra la democracia" el respaldo del PSOE a la proclamación del alcalde de Gibraleón. A su juicio, el hecho de que la asamblea local del PSOE proclamase a Juan Serrato como candidato a la alcaldía de Gibraleón sin que los órganos superiores del PSOE hayan intervenido para evitar tal extremo, supone una muestra de "arrogancia y prepotencia" por parte de los socialistas y de su líder en Andalucía, Manuel Chaves.