Sobacos
Buenafuente (Antena 3) ha empezado un tour que se estrenó en un abarrotado teatro de Madrid, con, entre otras cosas, una entrevista al alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y un oportuno y sarcástico comentario sobre Air Madrid: "Nuestros precios están por los suelos y nuestros pasajeros también". Ruiz-Gallardón presumió de su ciudad y, pletórico de entusiasmo, justificó las obras como un proceso de cirugía estética que pule y da esplendor a un ser cada vez más vivo. Dijo algo que sólo habíamos oído un millón de veces: "Madrileño es cualquier persona que esté en Madrid" (eso incluye, deduzco, a los estafados colombianos y ecuatorianos de Air Madrid que duermen en Barajas). Ruiz-Gallardón se mostró cordial, relajado, rápido en las respuestas y, como hacen algunos monologuistas, recurrió al truco de acelerar su discurso para que parezca que dice más de lo que en realidad dice, justo lo contrario de otros dirigentes de su partido, que ralentizan su mensaje precisamente para que se note que siempre dicen lo mismo. Y, en un alarde de antropología humorística, Buenafuente recuperó el gag de Eau de Sobac, ya saben: perfume de axilas. Es una broma que escuché por primera vez a finales de los años setenta y que juraría que ya llevaba años circulando. Se trata, pues, de una revisión de un fósil clásico del humor y de conseguir que las nuevas generaciones se rían con gags de ayer y de siempre. También salió un niño llamado Antonio Serrano, muy conocido en Andalucía por su colaboración en un programa de Canal Sur, contando chistes y desplegando una energía de chirigota que, en esta ocasión, desentonó un poco en un contexto tan noctámbulo y farandulero.
Más clásicos: La ruleta de la suerte (Antena 3), un concurso en el que todo parece previsible y que, precisamente para evitar esta tentación, explota la tendencia de los concursantes a traer estampitas que certifican devociones espirituales que son, a su manera, una evolución religiosa de la suerte.
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