El Sevilla va como un tiro
Los de Juande Ramos, liderados por un gran Alves, machacan al Deportivo de Caparrós
El Sevilla acaba 2006 en la cabeza de la clasificación liguera, dos copas europeas y un fútbol de entre los mejores del mundo. Ayer se lució de nuevo ante su afición y masafdró al Deportivo de su querido Joaquñin Caparrós.
La manera en la que el Sevilla comienza sus partidos en el Sánchez Pizjuán es un bello espectáculo además de un desempeño deportivo impresionante. Es raro el encuentro en el que los sevillistas no consiguen una ocasión de gol en el primer par de minutos. El pitido inicial da paso a una verdadera estampida de fútbol que sorprende y aterroriza a sus contrarios. Ayer, frente al Deportivo, Luis Fabiano disparó a gol antes de que se cumpliera el primer minuto. Renato se coló entre los defensores y centró al delantero que no fue lo suficientemente rápido a la hora de engatillar.
SEVILLA 4 DEPORTIVO 0
Sevilla: Palop; Alves, Javi Navarro (Maresca, m. 70), Escudé, David; Navas, Poulsen, Renato (Martí, m. 64), Adriano; Kanouté (Chevantón, m. 75)y Luis Fabiano. No utilizados: Cobeño; Dragutinovic, Hinkel y Kepa.
Deportivo: Aouate; Manuel Pablo, Andrade, Arbeloa, Capdevila; Sergio (Verdú, m. 58), Duscher; Cristian (De Guzmán, m. 76), Juan Rodríguez (Riki, m. 74), Filipe; y Arizmendi. No utilizados: Munúa; Rodri, Estoyanoff y Barragán.
Goles: 1-0. M. 28. Kanouté aprovecha el mal despeje de Aouate a un tiro de Luis Fabiano. 0. M. 63. Kanouté, de penalti. 3-0. M. 66. Luis Fabiano, de cabeza a saque de un córner. 4-0. M. 73. Alves, de falta directa.
Árbitro: Lizondo Cortés. Amonestó a Sergio, Juan Rodríguez, Capdevila, Arbeloa y Esudé.
Unos 35.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán.
Pero lo peor está por llegar. Siempre se puede pensar que todo se trata de una achuchón, que toca ponerse el casco y esperar a que se pase para intentar tocar algo de balón e intentar estirarse un poco. Pero el ritmo de acoso de los sevillistas no suele bajar durante por lo menos media hora. Ayer, los sevillistas marcaron un gol y pudieron haber hecho otros siete en 35 minutos.
Los deportivistas simplemente no pudieron hacer nada ante la precisión y la velocidad del fútbol del conjunto andaluz. El balón viajaba de las bandas a al centro con los puntas ofreciéndose en corto y en largo, con Renato situado siempre en el lugar en el que no preveían sus marcadores y haciendo triángulos al primer toque. El Deportivo no vio la pelota en casi todo el partido.
La contribución de Daniel Alves al conjunto se multiplica a cada encuentro disputado. Ayer sacó dos faltas desde su banda que cabecearon Poulsen y Luis Fabiano en el segundo palo y que Aouate en la primera ocasión y el palo en la segunda evitaron que acabaran en gol. Poco después, puso un balón a la espalda de los centrales deportivistas que Kanouté sólo pudo fallar por un exceso de opciones y un resbalón. En la segunda mitad, el desaliñado lateral botó el saque de esquina que cabeceó a gol Luis Fabiano. Pero el lateral siempre quiere más. En el minuto 14, estrelló contra el larguero un saque de falta. En el 74, en una situación muy similar, coló la pelota por la escuadra de Aouate.
Lo mejor que le pasó ayer al Deportivo fue aguantar toda la primera mitad del partido con un solo gol en contra. Jamás supieron cómo enfrentarse al aluvión de juego sevillista. Sus únicas acciones de ataque fueron con el saque de un para de faltas. Sergio se limitaba a ponerla fuerte frente a la portería de Palop. El valenciano lo pasó mal en la primera de ellas cuando Juan Rodríguez rozó el balón con la cabeza mientras se fajaba con Javi Navarro.
Pero llegó la hora de jugar la segunda parte. Los sevillistas suelen bajar algo el pistón y retrasar (un poquito) la posición de sus centrocampistas. Muchas veces aparecen jugadores como Martí o Kepa para tapar cualquier hueco en el centro del terreno de juego el primero y para fijar a los centrales en el segundo.
Ayer le tocó cosechar los frutos del baño de la primera mitad.
El conjunto de Juande Ramos llega al parón navideño con más urgencias de las que su espectacular desempeño deja ver. La defensa tiene problemas de lesiones -y alguno de edad- y jugadores imprescindibles como Poulsen se resienten de una temporada que empezó a tope en agosto con la victoria sobre el Barcelona en la Supercopa de Europa. Muchos partidos. Sin duda alguna, pero lo visto ayer sobre el césped del Sánchez Pizjuán fue impresionante. Este equipo tiene lel fútbol y la actitud para lograrlo todo. Se acaba el mejor año de su historia. Pero parece que lo tienen todo preparado para el que viene.
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