Un examen de mentirijillas

El Parlament decidió en la pasada legislatura importar de Estados Unidos el sistema parlamentario de evaluación de la idoneidad de los candidatos a ocupar determinados cargos públicos que elige la propia Cámara. La aplicación práctica del método, ayer, a propósito del nombramiento de siete senadores y dos miembros del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), demostró que entre el original estadounidense y la copia catalana no hay sólo el océano Atlántico, sino un mundo entero.

Los duros interrogatorios a los candidatos sobre sus trayectorias profesionales y políticas en las comisiones del Senado norteamericano, que en tantas ocasiones son verdaderos acontecimientos políticos y han sido popularizados por el cine, quedaron reducidos ayer en el Parlament a la expresión de buenos deseos en el ejercicio del nuevo destino o, cuando más, a corteses recomendaciones sobre la forma de ejercer el futuro cargo. No hubo ni una sola pregunta.

La evaluación previa de los candidatos a los siete escaños de senador en representación de la Generalitat duró apenas media hora. Los aspirantes no obtuvieron más que beneplácitos de los diputados de la Comisión Institucional ante la que comparecieron y, por tanto, podrán ser elegidos mañana por el pleno del Parlament. Se trata de Pere Macias y Jordi Casas, ambos de CiU; Joan Sabaté y Assumpta Baig, del PSC; Carles Bonet, de ERC; Josep Piqué, del PP, y Joan Josep Nuet, de ICV-EUiA.

La evaluación de los dos aspirantes al CAC fue aprovechada por los diputados del PP y de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía para expresar sus recelos ante la existencia misma del organismo. Ambos insistieron en que el CAC debe ocuparse, en todo caso, de los medios audiovisuales de propiedad pública, pero abstenerse totalmente de entrar en el ámbito de los privados.

Así fue que la sesión derivó en un minidebate con la aspirante Dolors Comas, ex diputada de ICV. Comas fue ponente de la ley que creó el CAC en la anterior legislatura y esto le permitió mostrar que sabe muy bien a qué va. En cambio, el otro aspirante, Josep Micaló, ex diputado de CiU, sólo cosechó parabienes a su pretensión de "llevar el CAC a comarcas".