Cannavaro lo gana todo

"¡Qué partido hizo Cannavaro!", exclamó Maradona, embargado por la admiración, mientras asistía, en el Wesfalenstadion, en Dortmund, a la semifinal que enfrentó a Italia con Alemania en la Copa del Mundo. Fue el 4 de julio. Abajo, sobre la hierba, hacía un calor tórrido. Los alemanes sudaban como si estuvieran dándose un baño turco. Klose y Podloski, los delanteros, estaban asfixiados. Por más que lo intentaban no podían con el robusto central napolitano que se les interponía. Puntual en cada cruce, veloz, intrépido para anticiparse al último gesto de sus adversarios, esa noche Cannavaro cimentó gran parte del prestigio que ayer le situó por encima de Ronaldinho y Zidane en la elección del mejor jugador del año de la FIFA, en Zurich.

El madridista se convirtió, a sus 33 años, en el primer defensa que gana el premio

Zidane, que agradeció el cariño recibido tras su retirada, quedó segundo, y Ronaldinho, tercero

La mayoría de los seleccionadores y los capitanes de las selecciones de todos los países adscritos al organismo más poderoso del fútbol mundial se dejaron llevar por el mismo entusiasmo que experimentó Diego Maradona. Eligieron a Cannavaro como mejor jugador del año, con derecho a levantar el trofeo que llaman FIFA World Player. El italiano recogió el premio dos semanas después de recibir el Balón de Oro, otro de los galardones individuales más importantes del fútbol, concedido por los corresponsales de la revista France Football al mejor jugador del año.

Cannavaro, de 33 años, se convirtió en el primer defensa en recibir la recompensa de la FIFA. El premio, que se otorga desde 1991, ha honrado a Matthäus, Van Basten, Baggio, Romario Weah, Ronaldo, Zidane, Rivaldo, Figo y Ronaldinho. Salvo Matthäus, todos han sido virtuosos del manejo de la pelota. Cannavaro abre una nueva vía: la del futbolista que no se distingue por su habilidad con el balón pero que, sin embargo, es condecorado. La pregunta de un defensa canterano del Madrid que comparte vestuario con Cannavaro, a uno de sus colegas, indica la percepción de los compañeros: "¿Creéis que Cannavaro es más técnico que yo?".

Cannavaro asistió a la gala de la FIFA acompañado por el presidente del Madrid, Ramón Calderón, y por el director general deportivo, Pedja Mijatovic. La celebración incluyó unos fastos pomposos que comenzaron por la conferencia de prensa de los aspirantes. Cannavaro aprovechó su intervención para reivindicar los méritos de los defensas y, con ellos, los suyos propios. Para hacerlo invocó a sus detractores en general. Lo hizo sin poder reprimir una risa compulsiva: "El hecho de estar aquí tal vez acalle todas las críticas que he tenido. Durante años la gente se preguntaba por qué no ganaba un defensa y para una vez que se consigue hay que agradecerlo. Estoy muy feliz por este trofeo".

El espectáculo, que lució el lema de El fútbol celebra a Mozart, tuvo el toque desaforado y kitsch de los actos presentados por Joseph Blatter. El presidente de la FIFA se mostró risueño mientras daba paso a los distintos actos y personajes de la noche. Los nominados para los premios asistieron solemnes a la interpretación en vivo de los fragmentos de La Clemencia de Tito y La Flauta Mágica, por la orquesta y el coro de la Ópera de Zúrich, sede de la fiesta. Raúl, Pirlo, Crespo, Klose, Cannavaro, Ronaldinho y Zidane contemplaron el juego de imágenes -balones y plumas de colores flotando sobre un fondo de animación virtual- sonidos, humos y luces sin inmutarse. Sólo Ronaldo soltó una risita pícara al ver a Gullit -animador de ocasión- entrevistando a Klose en inglés. La FIFA también evocó a Ferenc Puskas y Giacinto Facchetti, fallecidos este año.

Zidane fue el único aspirante que no acudió a la conferencia de prensa organizada por la FIFA. También fue el único asistente a la fiesta que no llevó corbata. Se presentó con su camisa de algodón blanca de toda la vida, suelta por encima de los vaqueros. Los electores le dieron 454 votos. No le alcanzaron para superar a Cannavaro (498) pero sí para consolidarse en el segundo puesto, muy por encima de Ronaldinho, que apenas recibió 112 votos y fue incapaz de disimular su pena en el escenario. El brasileño viajó a Zurich directamente desde Tokio, donde el domingo perdió la final del Mundial de Clubes con el Barça. La derrota, junto con su fracaso en la Copa del Mundo, le apartaron del trofeo de oro.

Entre los votantes, que incluyeron desde los seleccionadores y capitanes de los equipos europeos, americanos, asiáticos y africanos, hasta los 24 seleccionadores y capitanes de Oceanía -también las islas Cook y el archipiélago de las Tonga- estuvo Raúl González. El capitán del Madrid declaró que dispuso de nueve puntos para repartir. Concedió cinco a Cannavaro, tres a Samuel Eto'o, y uno a Thierry Henry.Entre los capitanes de selecciones importantes que se inclinaron por Cannavaro como primera opción destacaron Raúl, John Terry (Inglaterra) y Edwin van der Saar (Holanda). En el resto de los equipos que han ganado el Mundial alguna vez hubo división de opiniones. En Brasil, el central Lucio eligió a Drogba; el capitán de Argentina, Fabián Ayala, optó por Zidane; el de Francia, Vieira, señaló a Eto'o; el alemán, Ballack, propuso a Henry; y el uruguayo, Diego Lugano, fue el único en votar a Ronaldinho.

Los técnicos coincidieron más. Basile (Argentina), Dunga (Brasil), Löw (Alemania), y Tabárez (Uruguay) eligieron a Cannavaro. Donadoni (Italia) eligió a Henry, y Van Basten (Holanda) a Ronaldinho. El seleccionador español, Luis Aragonés, fue el único de este grupo que no concedió a Cannavaro ni un sólo voto. Luis repartió sus designios entre Eto'o, Henry y Ronaldinho.