Del policía municipal que tira de placa al asmático
Las cuatro horas y media del control han arrojado unas 200 pruebas, 14 conductores sancionados por alcoholemia y otro por negarse a soplar. En ese tiempo, se mezclan las anécdotas.
- 'Tirar de placa'. Uno de los guardias para un vistoso BMW. El conductor enseña una placa y un carné profesional. El agente no le hace ni el menor caso. "Muy bien. Sople hasta que le diga basta". El resultado es 0,00 gramos. Entonces el guardia pregunta dónde prestaba servicio. Resulta ser un policía municipal de Coslada. Arranca y se marcha. "Aquí no se libra nadie. En este trabajo no existen compañeros. ¿Y si luego da positivo y mata a una familia entera?", agrega el agente.
- Buen humor. La frase suena monótona: "Meta la parte delgada de la boquilla en el alcoholímetro". Un conductor joven se permite bromear: "Espero que no sea lo último que meta esta noche". El guardia civil se ríe al igual que el resto de ocupantes del vehículo. El buen humor es espontáneo. Ha dado 0,00.
- Algo más que alcohol. El conductor no atina a meter la boquilla en el alcoholímetro, pese a las indicaciones del guardia. Éste se pone en alerta. Pero no, el conductor da negativo, por lo que continúa su marcha. "Seguro que ese se ha drogado. Eso es lo que nos falta para hacer esto de forma completa y evitar más accidentes", concluye el guardia.
- El biberón del bebé. Las mujeres conductoras son las que tienen más problemas a la hora de soplar, debido a su menor capacidad pulmonar. No es el caso de una mujer que lleva a su bebé en el asiento trasero. "Estaba claro. Sólo llevo para beber el biberón del niño", bromea la mujer. El agente sonríe: "Si yo le contara, señora, todo lo que llegamos a ver aquí... Conductores que ponen en peligro a toda la familia". No es su caso.
- El asmático. Un conductor no completa la prueba tras varios intentos. Alega que es asmático y que no puede soplar. El agente se mosquea, por lo que decide llevarlo al etilómetro de la furgoneta. Era cierto. Su capacidad pulmonar era mínima.
Los agentes coinciden en que el carné por puntos ha reducido los positivos. "Pese a que es una época muy mala por las cenas de empresa y amigos, el número va bajando. En controles similares en verano, los positivos superaban los 25. Parece que la gente se va concienciando poco a poco", comenta la responsable del control, la teniente Laura Gómez.
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