Raspall, arquitecto de la Monumental
El creador de la plaza de toros lo es también del Molino y de decenas de edificios en Barcelona y el Vallès
Manuel Raspall (1877-1937) era un arquitecto barcelonés que nació en una casa situada en la plaza del Pi, hijo de un indiano que había tenido una fábrica de cacao en La Habana. Iba para escultor, pero acompañó a su primo, Gaietà Buigas, a un acto que cambiaría su destino: la colocación de la primera piedra del monumento a Colón. Fue en 1887 y según uno de sus principales estudiosos, Lluís Cruspinera, también arquitecto, en ese momento se decidió por la arquitectura. No obstante, cultivó también la pintura e incluso la escritura, escribiendo y estrenando varias obras de teatro.
Su primer trabajo, siendo aún estudiante de arquitectura, fue la reforma de una casa en La Garriga, propiedad de la familia por línea materna. La casa es hoy propiedad municipal.
En La Garriga construyó también diversas edificaciones agrupadas en seis manzanas casi consecutivas. Se conservan diversas casas y una de las manzanas, conocida con su nombre, prácticamente íntegra. Fue edificada en 1910 y en los años siguientes, en su etapa modernista. La misma en la que construye El Esport, hoy conocida como plaza de Toros Monumental de Barcelona, donde Jordi Portabella (ERC), segundo teniente de alcalde, quiere alojar a los vendedores de los Encants.
Tan conocida como la Monumental es el Molino, el archifamoso y hoy cerrado teatro de la avenida del Paral.lel, aunque este edificio pertenece a su etapa novecentista, que adopta un lenguaje ligeramente diferente de una primera fase modernista, a la que corresponden las primeras manzanas de La Garriga (especialmente Torre Iris y La Bombonera) y la Monumental, pero también las villas Pepita y Rosita, en El Figaró. También en el Figaró construyó en su segunda etapa el hotel Congost, mientras que en Barcelona hizo el Forn de Sant Jaume, situado en Riera de Sant Miquel. A la tercera etapa, en la que incorpora elemento del art déco, corresponde, por ejemplo, el matadero de Montmeló.
Que el teatro fue para él una pasión lo atestiguan sus escritos y también que hiciera diversas obras, además de El Molino el Cómico, Gran Vía y España. Estos dos últimos ya desaparecidos. El primero estaba situado en la confluencia de las calles de Cabañes y Tapioles; el segundo, donde hoy se halla el hotel Ritz; el España en la esquina de Gran Via con Paral·lel, el mismo lugar que luego fue comisaría de policía destinada a la expedición de pasaportes.
Construyó también, por encargo de unos belgas un velódromo de madera. Duró poco tiempo, un par de años. Se hallaba situado justo en frente de donde se halla el bar que, posiblemente por eso mismo, se llama Velòdrom (Muntaner-Diagonal). Murió en La Garriga, tras una larga enfermedad. Hasta ese momento fue hombre muy relacionado como lo atestigua su pertenencia al Casino de La Garriga y a tertulias que se celebraban en la fonda Europa (Granollers), para la que dibujó un emblema) y el Blancafort de La Garriga.
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