La estrategia de IU

Gaspar Llamazares ha anunciado que a partir de ahora va a distanciarse del PSOE, al que acusa de ser "obsequioso" con el Partido Popular. La federación de izquierdas marca una nueva estrategia que pasa por diferenciarse lo suficiente como para ofrecer un perfil propio, lejos de la larga sombra de los socialistas. El cambio de rumbo se adopta después de lo ocurrido con la ley de Memoria Histórica y la financiación de la Iglesia, dos asuntos en los que han discrepado notablemente con el gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero. En el documento aprobado en Consejo Político de dicha formación, celebrado el pasado sábado, se aboga, por tanto, por mantener un posicionamiento bien diferente al que se sostenía hasta ahora, ahondando en secundar una oposición alternativa, "lo que no significa no llegar a ningún acuerdo". Aunque hay quien no se cree este golpe de timón, como ocurre con el presidente ejecutivo de IU, Felipe Alcaraz. Haciendo gala de la experiencia que acumula en su larga carrera política, Alcaraz advierte, con cierta dosis de escepticismo, de que "cada vez que se acerca un Consejo de IU, Llamazares se vuelve muy de izquierdas, pero nada más acabar, se le olvida".

Lo que hay que determinar, tras este cambio de trayectoria, es si va a afectar a IU en Andalucía, en donde iniciaron tiempo atrás un camino propio que pasa por el entendimiento de determinados asuntos con los socialistas. El fruto más importante de esta convergencia ha sido la aprobación del nuevo Estatuto de Autonomía, en donde la formación de Diego Valderas ha jugado un papel clave. El protagonismo asumido le ha supuesto una significativa rentabilidad al presentarse ante los andaluces como una organización política solvente, capaz de ejercitar su labor de oposición pero, al mismo tiempo, de dar salida a una de los principales proyectos como es el de la reforma estatutaria.

¿Significa, por tanto, que se acabaron ya los acuerdos entre IU y PSOE? En principio, no. Es más, los izquierdistas andaluces consideran que no hay motivo alguno para la incertidumbre sobre el rumbo a seguir ya que, incluso, estiman que el camino que ahora emprenden "los federales" es el que aquí se sigue. En palabras de Valderas, "hay que tener capacidad de acuerdo, no de entrega", que es lo que atribuyen a Llamazares. Así que en Andalucía no tiene por qué haber cambios. Esto es: se seguirá negociando con los socialistas. De hecho, esta semana tendremos oportunidad de asistir a una nueva ronda negociadora en torno a la RTVA, inmigración y Ley de la Dependencia, entre otros asuntos, en donde es muy posible que puede haber entendimiento. Tanto es así que tienen claro que pueden salir ganado con este tipo de planteamientos, hasta el punto de que están dispuestos a ser los últimos en levantarse de la mesa.