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Embrujo circense que 'preokupa'

Algo menos de un millar de jóvenes marcharon ayer por las calles de Barcelona al grito de "la cultura no se desaloja", cántico que los okupas de La Makabra han popularizado durante su estancia en Can Ricart. Pegaba el sol cuando aparecían las primeras rastas, ya desde antes de las 17.30 horas, en la plaza Universitat. Aunque habría de pasar casi una hora hasta que enfilaron, al son de las baladas reggae de Bob Marley, calles adentro del Raval. Pararon en el MACBA; "supuesto templo de la cultura", criticó el speaker que animaba el acto. La plaza dels Àngels - ovación incluida a los patinadores que surcan sus rampas- se convertía así en la primera escala del ruidoso y muy visible pasacalles por entre los centros culturales y teatros que jalonan el barrio chino. "Tratamos de visibilizar que lo nuestro también es arte y teatro", explicaba Sandra Oriol para puntualizar acto seguido: "Pero de buen rollo, como Joan Saura [consejero de Interior]". Pese a ello, el ambiente festivo duró tanto como los jóvenes tardaron en alcanzar el Liceu. Tras un conato de entrada masiva al edificio,

el vestíbulo fue cercado por una hilera de mossos que dio paso a los momentos de mayor tensión entre okupas y policía. Volvió la calma, sin embargo, y la marcha tomó rumbo a Sant Jaume. Ya era de noche cuando una suerte de embrujo circense, bailes de cabaret y zancudos cerraron la velada con aquello que mejor saben hacer: "preokupar a la autoridad".

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