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Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

John Ulbricht, pintor

Llegó de América a Mallorca buscando la luz más clara del sur no africano

La cantautora Maria del Mar Bonet escribió hace años, reflexionando sobre ella misma, Cançó per a una bona mort y el pintor norteamericano John Ulbricht, al oírla en directo, quedó fascinado por la composición y tomó el pincel. De aquella fusión entre la belleza del cante de tono y letra melancólicos y la imaginación estética del artista plástico nació un cuadro como una metáfora. En un gran óleo los labios que modelan la voz y enmarcan la cara de la cantante se enlazaban con su melena, que asciende y se convertía en un ciprés vertical y homérico. Y la creación de Ulbricht fue la portada de un nuevo disco de la Bonet, Collita pròpia, de las letras y músicas nacidas de su propia mano.

La otra noche, en la pequeña iglesia de Galilea, Maria del Mar Bonet cantó otra vez aquella pieza, literalmente y desde el corazón. Ésta vez fue una interpretación más que emotiva: se trató de un homenaje al amigo pintor que tuvo una buena muerte. La Bonet viajó adrede desde Barcelona hasta Mallorca para dar el adiós cantado al artista pintor fallecido días atrás a los 80 años. Fue una ceremonia mística, religiosa y civil.

Con los primeros fríos de verdad, John Ulbricht se sintió cansado todo el día y cayó muerto de un infarto. Nacido en La Habana en 1926, Ulbricht pasó a Estados Unidos a los seis años. Estudió Artes en la Universidad de Chicago y con su esposa, la también pintora Angela von Newman, emprendió en 1950 un grand tour contemporáneo por Europa, para conocer la vida, la cultura y las minas de sus grandes centros museísticos. En 1954 la pareja se instaló en Mallorca, donde con los años habitaron destacados intelectuales, músicos y artistas estadounidenses (Anthony Bonner, Ritch Miller, Anthony Kerrigan, Jim Bird, Ellis Jacobson), que siguieron la senda que marcó Gertrude Stein y buscaron la luz más clara del sur no africano.

Unas alpargatas de esparto agigantadas, objetos, vegetales, pájaros, paisajes plenos de color fijaron la marca de Ulbricht, que logró gran notoriedad con los retratos primer plano, menos realistas, de grandes personalidades relacionadas con Mallorca: Robert Graves, Joan Miró, Camilo José Cela, hasta presidentes de Estados Unidos como Gerald Ford. Una tela suya entró en el palacio de la Moncloa en los años ochenta: el retrato de la mujer del entonces presidente, Felipe González, la profesora y ex diputada Carmen Romero. Los trabajos del artista desaparecido ilustraron Papeles de Son Armadams, creada por Cela. Los paisajes coloristas fracturaron la estética dominante en el posimpresionismo de calendario de Mallorca. El autor influyó entre sus colegas más jóvenes. Su hija Saskia es traductora y su hijo Joan meditó con los ermitaños de la isla. La obra post naïf de su esposa Angela ilustra una muestra, Papeles, que se presenta ahora en Palma.

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