Regenerar el acuífero del delta del Llobregat costará 10 años
Constituye una de las reservas hídricas más importantes del área metropolitana
La regeneración del acuífero del delta del Llobregat, afectado por la penetración del agua procedente del mar, tardará 10 años en completarse. La empresa Depurbaix, participada por el Ministerio de Medio Ambiente y la Agencia Catalana del Agua, está finalizando las obras de la barrera contra la intrusión salina, que entrará en servicio en el primer trimestre de 2007. No obstante, el proceso de eliminación de toda el agua salada será largo.
El acuífero del Llobregat es uno de los recursos hídricos más importantes del área metropolitana: se trata de un embalse subterráneo de 100 hectómetros cúbicos de capacidad, cantidad equivalente al pantano de la Baells. Numerosas industrias, agricultores e incluso la población de El Prat se sirve de sus aguas. Su sobreexplotación en la década de 1970 hizo que el nivel del embalse bajara hasta el punto de permitir la entrada de agua al dismunir la presión interna por su sobreexplotación. De forma progresiva, el acuífero se ha ido salinizando, hasta quedar en un 30% inutilizable.
Asegurar el suministro
El restablecimiento del acuífero se considera una oportunidad para asegurar el suministro de agua potable en el área metropolitana en épocas de sequía. Hace un año, Depurbaix inició la excavación de cuatro pozos de 60 metros de profundidad, separados 200 metros entre sí y dispuestos dibujando una línea paralela casi un kilómetro frente al mar, desde los cuales a partir de 2007 se inyectará en el subsuelo agua dulce depurada. De esta forma, se pretende que el embalse vuelva a subir hasta su máximo nivel y el mar no pueda penetrar en él. Unos 1.800 metros de tuberías con un diámetro de 50 centímetros transportarán a los pozos 5.000 metros cúbicos de agua procedentes de la depuradora de El Prat todos los días. Esta cantidad es suficiente para abastecer a una población de 40.000 habitantes y, sin embargo, tan sólo representa el 1% de la que cada día procesa la depuradora de El Prat.
El agua que se utilizará en la limpieza del acuífero se encuentra en su máximo grado de depuración y es equivalente a la potable. Para eso, se ha tenido que construir una planta de tratamiento adicional que elimina hasta la mínima partícula y desinfecta el agua con rayos ultravioleta.
Depurbaix realizará cálculos para establecer la fiabilidad de la barrera de intrusión salina, ya que es la primera vez que se aplica este sistema en toda Europa. El único modelo similar se encuentra en la costa de California, en Estados Unidos. "Tienen un clima seco similar al nuestro y utilizan la misma tecnología para recuperar los recursos hídricos de que disponen", explicó ayer el director técnico de Depurbaix, Tomàs Cazurra. La inversión de esta primera fase es de siete millones de euros. De funcionar correctamente, en 2008 se construirán otros 10 pozos. La ampliación de la barrera, que costará 24 millones de euros más y se podría poner en marcha a finales de 2008 o principios de 2009, continuará en forma de cuña hacia la Zona Franca.
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