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Un terreno de inundaciones recurrentes

El pasado 22 de noviembre, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) se presentaron con el precinto en la obra en la urbanización Illas Atlánticas: 96 viviendas de lujo distribuidas en tres bloques de bajo y tres alturas. Cumplían órdenes del juzgado de Cambados, que tramita una denuncia vecinal sobre supuestas irregularidades medioambientales, ya que la urbanización de la zona tapará el curso del río Valiejos, el principal de Portonovo, y los regatos Carballeira y Baltar, que con las lluvias se convierten en auténticos ríos. Como tales aparecen en la definición de los lindes de las parcelas que Construcuatro, la empresa del alcalde, vendió a Construziona.

El juez ha autorizado que continúen las obras mientras sigue adelante con la causa, abierta como consecuencia de la denuncia presentada por la Asociación de Vecinos San Cristóbal, de Portonovo, que formalizó una alegación al Plan General de Ordenación Municipal desestimada por el gobierno de Telmo Martín. Un informe posterior encargado por los vecinos advierte de que, de urbanizarse la zona de Baltar, el humedal desaparecerá y con él su "efecto esponja". "Por lo tanto, aumentará el grado de inundaciones", concluye el presidente de la asociación, Xermán Prieto, que alerta de que las inundaciones ya son recurrentes en la zona. Los vecinos denuncian que el Plan General no respeta el derecho de servidumbre del Valeijos.

Informe a Fraga

Toda esta información la remitió la asociación el 5 de diciembre de 2003 al entonces presidente de la Xunta, Manuel Fraga, quien, tras una "rápida gestión", en palabras de Xermán Prieto, habilitó un presupuesto de dos millones de euros para recuperar los ríos Fabaíños e Baltar. Esa actuación se echará a perder con la urbanización de la zona.

Según un informe del Colectivo Ecologista del Salnés, la zona de las operaciones urbanísticas de Telmo Martín, entre O Pombal y la duna de la playa de Baltar, presenta un suelo encharcado casi todo el año, muy próximo al núcleo urbano e incluido en el catálogo de zonas húmedas de Galicia elaborado por la Xunta. La parte del humedal urbanizable representa 2,8 hectáreas, "precisamente en el sector con mayores valores ecológicos". El informe de Augas de Galicia que avaló el proyecto, en cambio, apuntaba que "a simple vista no se observa agua alguna" en la zona. Era el verano de 2005, el más seco de los últimos 30 años.

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