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Crónica:Fútbol | 14ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Albelda cambia al Valencia

El cuadro de Quique golea a un cándido Depor que perdió a Juanma por una expulsión injusta

El regreso de Albelda al Valencia fue como colocar la pata que faltaba a la mesa valencianista, muy coja durante sus dos meses de ausencia. El cuadro de Quique recuperó la estructura de conjunto vigoroso y mortal. El ritmo y la ambición que le faltó en las últimas semanas. Así goleó a un inocente Depor, que se tragó todos los engaños, el más decisivo de los cuales fue el penalti inventado por Villa que le costó la expulsión a Juanma. Por una vez, todo se le puso de cara al Valencia, también el arbitraje, que vio ese penalti donde hubo en realidad un piscinazo de Villa. El equipo de Quique le pasó el testigo de las desgracias anoche al Depor, que sufrió una lesión con pinta de grave -Lopo-, un jugador que se marchó conmocionado -Arizmendi-, y un tercero expulsado injustamente -Juanma-.

VALENCIA 4 - DEPORTIVO 0

Valencia: Cañizares; Curro Torres, Albiol, Navarro, Cerra; Silva, Albelda, Baraja (Hugo Viana, m. 74), Vicente; Angulo (Joaquín, m. 56) y Villa (Tavano, m. 76). No utilizados: Butelle (p. s.), Ayala, Jorge López, y Pallardó.

Deportivo: Aouate; Arbeloa, Lopo (Manuel Pablo, m. 58), Juanma, Capdevila; Arizmendi (Adrián, m. 68), Sergio, Juan Rodríguez, Coloccini, Filipe; y Riki (Verdú, m. 51). No utilizados: Munúa (p. s.), Barragán, De Guzmán, y Dani Bea.

Goles: 1-0. M. 9. Vicente centra raso y Angulo marca. 2-0. M. 38. Villa, de penalti. 3-0. M. Pase en profundidad de Baraja a Villa, que regatea a Aouate y marca a puerta vacía. 4-0. M. 92. Vicente, tras varios rechaces.

Árbitro: Delgado Ferreiro. Expulsó a Juanma (m. 37) por dobe amarilla. Amonestó a Lopo.

Unos 45.000 espectadores en el estadio de Mestalla.

Joaquín corre el riesgo de convertirse en objeto de lujo, un recurso para cuando va todo de cara

Después de un minuto de silencio estremecedor, en el que Angulo recordó emocionado a su madre, fallecida el pasado lunes, el fútbol le hizo un guiño al jugador asturiano. Un regalo envuelto en el celofán de un pase de Vicente al que sólo debía impulsar el balón para marcar, a un par de metros del meta Aouate. Lo mejor del gol, sin embargo, fue el pase en profundidad de Villa, una picadita que le abrió una autopista a Vicente por el extremo izquierdo. Después de cuatro partidos sin marcar, Quique saludó el tanto como si hubiera descubierto agua en medio del desierto.

¡Qué descontento estará Quique con Joaquín para preferir que su puesto lo ocupara ayer Silva en la alineación! No porque al futbolista canario le falte calidad para la banda derecha, pese a ser zurdo cerrado, sino porque ahora Quique ha encontrado a dos jugadores para disputarle el puesto al fino interior gaditano: Angulo y Silva. De hecho, Silva puede jugar donde le dé la gana: siempre bien. Toca otra música. Allá donde hay barullo, él pone el silencio. Donde hay asperezas, suavidad. Sabe, además, incorporarse a la delantera y cabecear, pese a su corta estatura, rodeado de gigantes.

El Valencia recobró su fisonomía con el regreso de Albelda, cuya ausencia de seis partidos había resultado devastadora: dos empates, cuatro derrotas. La vuelta del capitán tiene un efecto doble: tácticamente, es un futbolista notable que le aporta equilibrio, mucho equilibrio, a su equipo; anímicamente, es el que inyecta esa abstracción llamada carácter. Ayer, incluso, Albelda jugó con un punto de tranquilidad y de clase que, por un exceso de brusquedad, no ha enseñado en otras ocasiones. Son las ganancias de sentirse tan necesitado. Su presencia también le facilitó la vida a Baraja, que se siente mucho más confortable con su viejo compañero a su lado. Y lo celebró con el pase del tercer gol a Villa.

El Depor fue víctima de sus propios errores (se abrió cándidamente en el primer gol) y de los arbitrales. Juanma se quiso comer a Villa y con razón. El delantero se comió a su vez la bronca del defensa porque sabía que no tenía ninguna defensa. Se había dejado caer en el área cuando vio llegar la entrada del deportivista. Picó el árbitro. Villa podía haber repetido aquella respuesta grandiosa de Fowler, el delantero del Liverpool, que le pidió la árbitro que rectificara después de haberle señalado un penalti a favor que no era. Pero ni el Valencia ni Villa están para grandezas después de un mes tan catastrófico. Y Juanma, que vio la segunda amarilla por esa infracción inexistente, oyó ya desde el túnel de vestuarios el sexto gol de Villa en la Liga, esta vez de penalti. Sin uno de sus centrales en pista, Caparrós retrasó a uno de sus medios de contención, Coloccini, que fue como la levantar la bandera blanca antes de llegar al descanso. Adiós Depor, adiós remontada.

El cuadro de Caparrós no dio ni medio susto en Mestalla en toda la noche y, con todo de cara, Quique dio paso a Joaquín, que corre el peligro de convertirse en objeto de lujo. En un recurso sólo disponible para cuando vio todo rodado, como fue el caso ayer de la segunda parte. Y sí, entonces Joaquín desequilibra con sus cambios de ritmo, sus artísticos controles y sus centros de caramelo, realmente espectaculares. ¡Pero antes qué!

Tan cómoda estaba la noche que Quique le dio un ratito a Tavano, que venía de una pésima actuación en Roma, como queriendo demostrar el técnico que no tiene nada personal contra el atacante italiano. Y entró también Hugo Viano, que dio descanso no a Albelda, pese a venir de dos meses inactivo, sino a Baraja, de quien es su recambio natural. Otra lectura de Quique: sí hay recambio para Baraja, pero en ningún caso para Albelda, a pesar de que Quique pidió ese regalo en pretemporada.

Villa celebra uno de sus goles besando el brazalete en recuerdo de la madre de Angulo, fallecida el lunes.
Villa celebra uno de sus goles besando el brazalete en recuerdo de la madre de Angulo, fallecida el lunes.JOSÉ JORDAN

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