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Entrevista:Dolores Villarino | Presidenta del Parlamento de Galicia

"He sido excesivamente parcial a favor del PP"

Como buena viguesa, Dolores Villarino nació en Ourense. Concretamente en Xinzo de Limia hace 60 años. Economista de profesión, milita en su ciudad casi tanto como en el Partido dos Socialistas de Galicia (PSdeG), con el que lleva ocupando cargos de responsabilidad política desde 1991, primero en la Administración local y después en el Parlamento. La presidencia de la Cámara, el cargo que ocupa en la actualidad, la convierte en la mujer con mayor responsabilidad pública de Galicia.

Pregunta. En menos de un año ha revolucionado la paz parlamentaria.

Respuesta. Creo que no. Los parlamentos son sitios de paz, pero de paz dinámica, no estática. Son el centro del debate político y, por tanto, donde los grupos deben defender sus posiciones y llegar a acuerdos. Y en el Parlamento de Galicia se está llegando a más acuerdos que en anteriores legislaturas. Eso es un mérito de los grupos, pero supongo que yo no estaré impidiendo acuerdos con mi actuación, sino todo lo contrario.

"Ha habido un gran esfuerzo de cambio, lo que sucede es que se ha hecho de forma muy tranquila"
"Reducir el tiempo y aumentar el número de veces que se puede intervenir daría más viveza al debate"
"El Partido Popular ha estado 16 años en el Gobierno de la Xunta y aprender a hacer oposición es duro"
"Prolongar la negociación del Estatuto más allá de febrero nos llevaría a la siguiente legislatura"

P. Pero el Grupo Parlamentario Popular, el único de la oposición, se queja del trato que recibe.

R. Han manifestado quejas los tres grupos, y eso es razonable, en el sentido de que nadie es consciente de lo que le beneficia y, sin embargo, sí de lo que favorece al adversario. Es normal que se quejen, porque me toca actuar con imparcialidad. En cuanto al grupo parlamentario popular, ya le he dicho a su portavoz que tengo pruebas más que suficientes para acreditar que es probable que en algunos momentos haya sido excesivamente parcial a su favor. Pero porque creo que debo de hacerlo: es el único grupo de la oposición. Han estado 16 años en el Gobierno y cuando aprendes a ser oposición es duro. Si se me puede achacar algo es favorecer un poco más al grupo popular, y lo he hecho conscientemente. A todo el mundo hay que ayudarlo a caminar en política cuando toca y al PP le toca ahora transitar un sendero que no conocía.

P. La polémica sobre el incremento de los sueldos de los parlamentarios les ha puesto en el punto de mira.

R. Me deja desolada si con el trabajo que hemos hecho este año me dice que lo más relevante es una polémica...

P. No digo que sea lo más importante, digo que ha sido motivo de discusión pública.

R. Fue una falsa polémica que duró lo que duró y la sostuvo quien la sostuvo. Como quedó demostrado, los parlamentarios gallegos no nos subimos el sueldo, nos subimos exactamente el 2%, como todos los funcionarios gallegos. Lo que se cambió es el sistema retributivo, de manera que ahora cualquier ciudadano sabe lo que gana un parlamentario. Y gana un salario, más alto que el de la mayoría de los trabajadores, pero un salario. No se confecciona un sueldo a la carta con más o menos asistencias a comisión. No se subió el salario: se introdujo racionalidad, justicia y transparencia. Éramos de los únicos que seguíamos con un funcionamiento antiguo y opaco.

P. Entiendo que no le pasa como a la presidenta de Madrid y llega usted a fin de mes sin apreturas.

R. Llego muy bien a final de mes. Pero, en todo caso, no tengo las propiedades que tiene la señora Aguirre; por lo tanto, es probable que ella esté habituada a un nivel de vida que yo no soy ni capaz de imaginar.

P. La legislatura incluye dos reformas capitales para la vida parlamentaria que afectan al reglamento interno y a las elecciones. ¿Piensa hacer alguna contribución como presidenta?

R. Es territorio de los grupos parlamentarios, en el sentido de que supongo que lo que quieren es darle más viveza, más posibilidades de que los debates estén más pegados a la actualidad, así como reducir plazos, y cosas de esa naturaleza. Es algo en lo que yo, como presidenta, no voy a entrar. En cuanto a la ley electoral, cuando se habla de la reforma se alude a la proporcionalidad, los derechos y las obligaciones. Seguro que la presidenta y la mesa haremos aportaciones. En todo caso, desde la Mesa ya hemos tomado diversas medidas para agilizar y facilitar la tramitación de las iniciativas, o la reducción de los plazos de las leyes. Al mismo tiempo, y gracias al soporte informático, se ha facilitado mucho el trabajo de los grupos parlamentarios.

P. Si dependiese de usted y pudiese elegir, ¿qué cambiaría del reglamento?

R. Reduciría el tiempo de cada intervención e incrementaría el número de veces que se puede intervenir. Los debates durarían lo mismo, pero darían más viveza al debate parlamentario.

P. Si a esas reformas se suma la del Estatuto, es fácil concluir que nos hallamos ante una legislatura muy exigente.

R. Es cierto que tenemos mucho trabajo parlamentario. Pero en relación a la reforma del Estatuto de Autonomía los trabajos avanzan a buen ritmo, de forma razonable, y estamos re gistrando unos niveles de acuerdo importantes.

P. Pero la cola en la comisión Constitucional del Congreso es cada vez más larga. ¿No es eso un problema?

R. Es verdad que después de que Castilla y León haya aprobado su propia reforma estatutaria, la de Galicia sería la novena en llegar. Pero, en cualquier caso, no podemos permitir que Galicia tenga un menor nivel de autogobierno que las comunidades autónomas que han reformado sus estatutos. Y si lo aprobamos a principios de febrero estaríamos en fecha. Prolongarlo más allá conllevaría un retraso de más de un año porque entraríamos en un cambio de legislatura en las Cortes.

P. ¿El Parlamento es representativo en cuanto al número de diputados o es necesario modificar la proporción de cada provincia?

R. El reparto de diputados por provincias en relación a la población es muy proporcional si nos comparamos, por ejemplo, con el País Vasco, que tiene 25 escaños por provincia. Supongo que se podrían buscar mecanismos para incrementar la representatividad o la proporcionalidad sin reducir los representantes de las provincias.

P. ¿Es usted de los que tiene sensación de cambio o de los que echa en falta una ruptura más evidente con el pasado?

R. En un año y medio de Gobierno han cambiado muchas cosas, pero seguramente nos falta perspectiva para verlo. Ha habido un esfuerzo de cambio en cosas muy importantes, lo que sucede es que se ha hecho muy bien y de forma muy tranquila, tal y como se había comprometido el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño. Y la ciudadanía valora la falta de estridencias en el proceso. Ha habido cambio pero con tranquilidad, sin revanchismos. Se ha producido un cambio con talante.

P. ¿La presidencia del Parlamento agota su disponibilidad política o la veremos en el futuro asumiendo otras responsabilidades?

R. A estas alturas no me veo en ningún otro puesto dentro de la política.

P. El Parlamento cumple un año de celebraciones con ocasión del 25º aniversario de las primeras elecciones autonómicas. ¿Ha servido para acercar la Cámara a la sociedad?

R. Mi objetivo como presidenta del Parlamento de Galicia es dar la institución a conocer, porque partimos de ser la más desconocida para los ciudadanos. Y en respuesta, a lo largo de este año estamos recibiendo el agradecimiento de la gente, y nosotros respondemos que nada de agradecimientos: es nuestra obligación, de manera que sólo nos queda pedir disculpas por haber tardado tanto en acercarnos a la ciudadanía. Los ciudadanos más críticos y maduros garantizan una democracia más sana. Por eso soy partidaria de implicar a la ciudadanía en todo.

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