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Reportaje:

Galgos de exportación

La protectora de Villena ha hallado en Francia dónde enviar decenas de perros abandonados

La protectora de animales de Villena (Alicante) se ha convertido en el principal proveedor de galgos de la asociación sin ánimo de lucro Pasión Levrier, en Francia. En lo que va de año, medio centenar de estos perros acogidos en las instalaciones villenenses han emigrado a Francia para ser adoptados por una familia de este país. El interés de la población francesa por los caninos de esta raza ha supuesto la principal tabla de salvación para la población de galgos españoles que son abandonados por sus propietarios, la mayoría de ellos cazadores, según explica Esther Esquembre, presidenta de la Federación para la Protección y Defensa del Animal de la Comunidad Valenciana (Fendenva) y responsable de la protectora de animales de Villena.

"Muchos llegan desnutridos, deshidratados y muertos de miedo"

Durante siglos, los galgos fueron mascota privilegiada de aristócratas y reyes, toda vez que estos estilizados canes eran el símbolo de la cima del estatus social (sólo los acaudalados podían practicar la caza). Actualmente, su majestuosidad y porte elegante sigue cautivando a la siempre glamourosa Francia, país donde los galgos son altamente valorados. Sin embargo, la población de galgos es muy escasa en este país, al igual que en el resto de Europa.

En España, no obstante, el galgo es considerado como un animal eminentemente destinado a la caza y no como mascota de compañía. La Federación Nacional de Amigos de los Animales cifra en 50.000 los ejemplares de esta raza que son asesinados cada año en España. Sus propietarios siguen siendo mayoritariamente cazadores que, en muchas ocasiones, les privan de comida durante días para agudizar su instinto depredador, dicen trabajadores de esta instalación de Villena. "Muchos llegan desnutridos, deshidratados y muertos de miedo", comenta Maribel Chacón, trabajadora de esta protectora que se ha convertido en un importante centro receptor de estos animales, al tratarse de una comarca con alta incidencia de cazadores.

España es el único país de la Unión Europea que permite la caza con galgos. Pero cuando los ejemplares pierden facultades para dar caza a sus presas (liebres, conejos, jabalíes u otros animales de caza menor), sus propietarios los abandonan, en el mejor de los casos; o los ahorcan. Ante tal barbarie, en diciembre de 2005, la Federación Nacional de Amigos de los Animales se movilizó y recabó 50.000 firmas para instar al Ministerio de Medio Ambiente a que prohibiera la caza con esos perros.

La presidenta de Fedenva explica que esta "alarmante" situación saltó a la opinión pública de Francia y la conmocionó. Incluso, apunta Esther Esquembre, la televisión pública llegó a enviar a un equipo de reporteros para confirmar este extremo. A partir de entonces, fue cuando comenzaron a gestarse las primeras adopciones de los galgos acogidos en esta instalación villenenses por parte de franceses. Pero cada una de estas adopciones cuesta a las arcas de la protectora de Villena una media de 250 euros. Cuando cada uno de estos animales sale de la protectora de animales previamente ha de ser esterilizado, vacunado y provisto del pertinente microchip. Además de estos costes fijos se suma el "elevado" importe que acarrea su traslado hacia Francia. Una carga que complica su exportación. Por eso, la instalación anima a la donación de particulares para que estos animales dejen de tener una vida de perros.

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